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Imagen de la denuncia el pasado 30 de junio por del cierre entonces del albergue de mujeres de Barakaldo. L. G.

Reabre en Barakaldo el albergue de mujeres con sus siete plazas cubiertas

Este centro volverá a funcionar este viernes como refuerzo invernal tras cerrar sus puertas el pasado 1 de julio por falta de presupuesto

Jueves, 30 de noviembre 2023, 16:42

En Barakaldo se calcula que poco más de una docena de mujeres sin recursos se busca a diario la vida en las calles de la segunda urbe fabril. Para ellas en 2019 se puso en marcha un albergue, en el barrio de Rontegi, al margen del existente en Lasesarre, de hombres, para reforzar en época invernal el servicio de acogida nocturno dirigido a personas sin hogar y poder darles así una atención mucho más específica.

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Gracias a las medidas establecidas en pandemia y a las subvenciones del Gobierno vasco se logró que permaneciera abierto más allá de los meses en los que se registran las temperaturas más bajas en el municipio, pero el pasado 1 de julio tuvo que cerrar por falta de presupuesto. Esto provocó que varias mujeres que llevaban un tiempo cobijándose en este lugar volvieran a dormir en la calle, tras su negativa a compartir un mismo espacio con hombres, debido a malas experiencias anteriores.

Una situación que ha cambiado hoy mismo ya que desde este 1 de diciembre, y hasta el 30 de marzo, este servicio exclusivo para ellas se ha retomado. Esto ha sido gracias a un crédito adicional de 68.000 euros, del presupuesto municipal en vigor aprobado en octubre, al área de Cohesión Social y Gestión de la Diversidad, perteneciente al PSE. Este partido volvió a pedir en el pleno de ayer que los fondos destinados al servicio de acogida nocturna –que es único en la comarca, y que solo se presta en Bizkaia en la localidad fabril, en Getxo y en Bilbao–, deberían llegar de más instituciones.

En esta reapertura en Rontegi se han cubierto ya todas las plazas con las que cuenta este lugar: seis más una en caso de necesidad extrema. Esto hará a su vez aumentar la capacidad en Lasesarre, que se quedará de nuevo como albergue masculino, acogiendo a un máximo de 36 hombres. La asociación Goiztiri es la que lleva la gestión directa de estos dos emplazamientos, y sigue reclamando mantener abierto el femenino durante todo el año. «Hemos hecho una investigación con mujeres sin hogar y se ha visto que ellas necesitan recursos específicos con características diferenciales, atendidas por profesionales mujeres, diseñados desde la perspectiva de género, entendiendo que son realidades diferentes a las de los hombres en esta misma situación», declara a este periódico Santi Martínez, responsable del área de personas sin hogar.

Desde Argitan, colectivo feminista que lleva más de un cuarto de siglo en Barakaldo ofreciendo asesoramiento jurídico y psicológico, van más allá. «Este albergue es parte de un servicio esencial para las mujeres que se encuentran en situaciones más vulnerables y no debería estar sujeto a presupuestos, debería ser permanente y ampliable a más personas», asegura Mireia Sáiz, presidenta de esta asociación. «Además, sabemos que muchas de estas mujeres son víctimas de la violencia machista y de género y que acaban en esas situaciones como consecuencia de ello. Estamos hartas de la hipocresía en las declaraciones institucionales y que luego dejen fuera a las más vulnerables», añade.

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Las siete mujeres que hasta el momento pernoctaban en Lasesarre son las que duermen ahora en Rontegi. Allí estarán acompañadas todas las noches por una monitora –hay dos en plantilla, se van rotando–, y también por una educadora referente que les atenderá de manera específica. «Esto último es tan importante o más que el poder pernoctar bajo techo», indican desde Goiztiri.

 

Sin educadores de calle

Las mujeres que no tengan vínculo con la ciudad fabril podrán permanecer en este albergue dos semanas, las que sí lo posean o estén en trámites con los servicios sociales, no tienen fecha para irse. Lo que no se ha recuperado, por el contrario, es el equipo de educadores de calle, formado por cuatro personas, que hasta junio intervenían de forma directa para dar respuesta a las situaciones de sinhogarismo en Barakaldo.

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