Putxeras de récord en Balmaseda

Aunque como de costumbre, hubo otros cocineros que no optaron al premio y que prepararon sus guisos en cuadrilla o familia en plena calle, disfrutando de esta fecha tan querida en la villa encartada. La organización del certamen, la Cofradía de la Putxera, calculó que unas 800 ollas encendieron Balmaseda, varias de ellas en txokos privados. «Es una auténtica barbaridad. Todo el mundo está en la calle. Este es el mejor certamen gastronómico de toda Bizkaia», ha indicado Jokin Salaberri.

Una fiesta que ha vuelto a atraer a numerosos participantes de fuera del territorio, llegados desde Francia, Valencia, Cataluña, Salamanca o León, a donde precisamente llegaba la línea de vía estrecha inaugurada en 1894. Una historia que conoce muy de cerca el exferroviario Óscar Valenciaga, que lleva unas tres décadas participando en este concurso, con antiguos elementos, a modo de un pequeño museo del tren. «Este año he traído una zapata de molde de fundición que se hacía aquí desde 1916 a 1985, y que surtía a todos los talleres de ancho métrico entre Bilbao y Ferrol».

Uno de los primeros en encender el fuego en la plaza San Severino, bajo el Ayuntamiento, a las 04.45 horas, fue al igual que el año pasado Aitor Martínez, quien ya sabe lo que es ganar en tres ocasiones el campeonato de Euskadi y el de Bizkaia. Llegó desde Orduña con «alubias de casa y verdura de la huerta». «He ganado en grandes plazas pero me queda hacerlo aquí. Esto es la catedral de la putxera». Una expresión que repitieron muchos. «Ganar aquí es como si ganase la Champions el Athletic», ha asegurado Izaskun Aurrekoetxea, quien cuenta con una docena de txapelas, y ya sabe lo que es ser campeona de Bizkaia, y llevarse en esta localidad, hace unos años, el Sukaldari Nagusia. «El secreto es tener una buena alubia, que no tenga pellejo y haga un buen caldo». Ella empezó probando suerte en 2016, en Loiu, donde reside. «Al principio no sabía ni lo que era una putxera, y me terminé picando».

Como homenaje a la ruta ferroviaria entre Bizkaia y León, la organización del concurso arrancó una trilogía, poniendo el foco en el tramo que discurría por Cantabria. Para ello el jurado estuvo compuesto por una nutrida representación de dicho territorio, junto con destacados chefs, reuniendo entre todos dos soletes Repsol, diez soles, cuatro estrellas Michelin y una estrella Verde, además de dos premios nacionales de gastronomía.

Entre ellos también estaba el periodista José Ribagorda, quien a través de su web, 'De las cosas del comer', promueve el valor cultural de la gastronomía, y que ha sido distinguido como cofrade de honor, al igual que los cocineros cántabros Jesús Sánchez y Nacho Solana. El Bilbao Basket, tras su primer título continental, ha sido el cofrade de honor institucional. Como embajador de Cantabria ha estado presente el expresidente Miguel Ángel Revilla, quien se ha mostrado «emocionado», recordando las numerosas visitas que realizó a esta comarca para ver a una tía, que residía en Sodupe. Como invitados y también han probado suerte en el concurso estuvieron miembros de la asociación de amigos del ferrocarril de Mataporquera, además de vecinos del valle de Tobalina, que tienen también el objetivo de defender el origen de este concurso, «para que las nuevas generaciones sepan de dónde viene todo esto».

Esta cita ha tenido de nuevo un carácter solidario. En esta ocasión todo lo recaudado en las inscripciones, unos 1.700 euros, irá directamente a la asociación Nahiarte, encargada de un espacio de creación artística para personas con discapacidad psíquica o intelectual en Bilbao, que ha sido además quien ha elaborado este año el cartel.