«Poder ver ballenas azules en Santurtzi es uno de los grandes privilegios que tenemos»

Santurtzi es, según los expertos, uno de los mejores lugares del mundo para la observación y el avistamiento de cetáceos. En esta temporada, que se encuentra en el ecuador del programa 'Santurtziko Baleak', que cumple ya trece años, han participado casi medio millar de personas, tal y como indican desde el Consistorio vizcaíno. Lo más significativo es que, de todas ellas, el 80% provienen de fuera de Bizkaia, y la mayoría lo hacen desde distintos puntos del país, como Madrid, Cataluña, Valencia, Burgos o Cantabria. También se acercan desde el extranjero, principalmente desde Holanda y Francia, suponiendo ya el 8% del total de visitantes.

Esto hace que esta actividad, que es una de las más demandadas durante el verano en la villa marinera, continúe impulsando el turismo en la localidad vizcaína, donde, según indicó este martes su alcaldesa, Karmele Tubilla, el número de visitantes ha crecido desde el pasado mes de junio y hasta agosto, casi un 15% respecto a 2022.

«Desde el Ayuntamiento trabajamos para potenciar el mayor conocimiento de nuestro mar, porque es lo que nos representa, nuestro pasado y nuestro futuro. Santurtzi es todo un referente estatal en la educación y concienciación del medio marino, y la labor que realiza 'Santurtziko Baleak' al respecto, es de ensalzar», señaló el concejal de Promoción Económica, Edorta Rodrigo, destacando todo lo que realizan más allá del avistamiento de cetáceos. «Trabajan intensamente en proyectos científicos y con asociaciones dedicadas al estudio, conservación y protección de cetáceos».

El responsable de este programa, Gorka Ocio, y de la empresa verballenas.com, que este año fue la única de toda España en ser invitada por el Ministerio de Transición ecológica y La Fundación Biodiversidad para participar en el Taller de Expertos para elaborar la base de los planes de conservación de cetáceos en el país, se congratuló por el hecho de que llevan ya dos temporadas consecutivas realizando salidas y viendo en todas ellas alguna ballena. «Tenemos una fauna muy rica. Hemos realizado avistamientos en el 100% de las 42 realizadas, con un total de más de 5.000 ejemplares, de siete especies distintas de cetáceos».

Esta actividad contribuye a aumentar las pernoctaciones y el consumo en los negocios del pueblo ya que el día antes de cada salida se imparte un seminario sobre fauna, educación ambiental y comportamiento que se debe tener en el mar. «Que tengas la oportunidad de ver aquí, delante de tu casa, ballenas azules, es uno de los grandes privilegios que tenemos», destaca Ocio, divulgador, naturalista y ornitólogo, quien hace de todas estas excursiones una aventura y una experiencia única.

En una de estas salidas, en 2019, lograron documentar un hecho que nunca antes se había visto en todo el mundo, el luto de una hembra de ballena picuda, de la especie Zifio de Cuvier, con su cría recién muerta, en el Golfo de Bizkaia, intentándola reanimar en varias ocasiones. «Esta observación proporciona nuevos conocimientos sobre el comportamiento de esta familia, que se encuentra entre los mamíferos marinos menos comprendidos y estudiados en el mundo al vivir muy alejados de la costa y pasar la mayor parte del tiempo buceando en las profundidades de la mar», cuenta Ocio, quien firma junto a otros expertos un artículo relatando este hecho singular, recogido este año en la revista norteamericana 'Marine Mammal Science', de la Society for Marine Mammalogy.

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