Más de 80 bizkaibuses amanecen con retrovisores y lunas rotas en las cocheras de Trapagaran

El de esta mañana es el tercer ataque de estas características que se produce en menos de tres meses. A mediados del pasado noviembre, otros ochenta bizkaibuses sufrieron otro sabotaje. Sus trabajadores, unos 600, encaraban entonces el cuarto día de paros parciales en reivindicación de un nuevo convenio colectivo que recoja un incremento salarial que, al menos, evite la pérdida de poder adquisitivo de la plantilla y las diferencias entre trabajadores. El ataque dejó a cientos de usuarios en tierra, entre ellos a un buen número de estudiantes de la UPV en Leioa.

Un mes después, unos 70 autobuses que cubren las líneas de Bizkaibus aparecieron con las ruedas pinchadas y con pintadas. El diputado de Transportes, Miguel Ángel Gómez Viar, dejó entonces bien claro que no pensaba intervenir en el conflicto laboral que afecta a las concesionarias de Bizkaibus y que aún se mantiene.

En ambos casos, un buen número de líneas se vieron afectadas. Incluso varios servicios se suspendieron totalmente y no se restablecieron hasta cuatro o cinco horas después. La normalidad no regresó a Bizkaibus en la Margen Izquierda hasta primera hora de la tarde.

El diputado de Transportes y Movilidad Sostenible, Miguel Ángel Gómez Viar, ha expresado esta mañana su más enérgica condena y rechazo por el sabotaje perpetrado esta noche. En una breve nota, Gómez Viar ha señalado que «con estos actos se está alterando el normal funcionamiento de un servicio esencial para la ciudadanía». «Una situación inadmisible que provoca alteraciones del servicio y un claro perjuicio para toda la ciudadanía de Bizkaia». El titular foral de Transportes ha instado a ambas artes, trabajadores y empresas concesionarias, a que «se sienten, a que negocien y a que lleguen a un acuerdo que ponga fin a esta situación». Finalmente, ha anunciado que se está trabajando con la mayor celeridad posible para devolver la normalidad al servicio Bizkaibus.

El presidente del comité de EMB-bizkaibus, Juan Carlos González, ha recordado que siempre han condenado este tipo de actos, si bien ha reconocido también «entender que la paciencia de algunos trabajadores se haya agotado». «Llevamos tres meses reivindicando algo que es justo y no es de recibo que las empresas y la Diputación sigan sin hacer ni caso», reprocha.

González ha querido dejar patente que la situación es «cada vez más insostenible», al tiempo que ha declarado que las palabras del diputado de Transportes de la semana pasada al hablar de prórrogas en las concesiones e incluso de nuevas concesiones «son obscenas», cuando «tiene a los vizcaínos y vizcaínas sin un servicio digno».

Las concesionarias transmitieron a la Diputación que están pasando un mal momento por la subida en el precio de los carburantes. Solo una de las cinco compañías que explotan el servicio foral (Avanza-Durangaldea) llegó a un acuerdo con los conductores este verano, actualizando sus salarios. En el resto siguen inmersas en huelgas y paros. La próxima está convocada el próximo 31 de enero.