Las familias de los niños sospechosos de no haber sido vacunados en Santurtzi se sienten «desamparadas»
Exigen que se les informe «debidamente» de la situación y de la inmunidad de sus hijos «realizando los estudios que sean necesarios»
Las familias de los niños sospechosos de no haber sido vacunados en el ambulatorio del barrio santurtziarra de Kabiezes debido a la presunta negligencia ... de una enfermera denuncian sentirse en una situación de «desamparo». Así lo han manifestado en un comunicado conjunto en el que exigen a Osakidetza medidas inmediatas como la realización de todos los estudios «que sean necesarios» para determinar «el nivel de inmunidad real que tienen nuestros hijos con respecto a la media del resto de población». Además, consideran urgente y necesario que el Servicio Vasco de Salud les «informe debidamente de la situación» sociosanitaria que se ha generado ante lo que no dudan en calificar de «crisis sanitaria». Fuentes del Departamento anunciaron el pasado lunes su decisión de poner en marcha de forma urgente una nueva campaña de vacunación para suministrar una «dosis extra» a los posibles afectados, aunque por el momento no se ha desvelado el número concreto de niños que deben repetir alguna de estas inoculaciones previstas en el calendario infantil.
Al principio se hablaba de que la falta de vacunación podría concretarse en medio centenar de menores a cargo de una enfermera que había despertado las reticencias de varios progenitores, que sospechaban que no estaría vacunado correctamente porque hacía el gesto de la inyección de forma «muy rápida». Porque, aunque pinchaba a los niños, estos lloraban y «les quedaba la marca», arrojaba luego de forma precipitada la jeringuilla a la basura. Sospechaban que realmente solo fingía la inoculación. «No se trata de un error, es que todo apunta a que no fueron vacunados», aseguran.
El problema es que Osakidetza, tras atender a estas quejas, detectó posibles irregularidades en el procedimiento de esta sanitaria, por lo que abrió una investigación interna. Sin embargo, y a pesar de haber tomado muestras serológicas a muchos menores, responsables del departamento reconocieron la imposibilidad de lograr «conclusiones definitivas con la información disponible hasta el momento». Así que, como el propio servicio sanitario asume que «lo importante es garantizar la mejor inmunidad para los niños», ha optado por seguir «haciendo más pruebas».
«La enfermera de las hadas»
Las propias familias muestran su malestar porque desconocen el alcance real de la posible negligencia de «la enfermera de las hadas»,que es como han bautizado a la trabajadora (que ha sido apartada del servicio en el ambulatorio santurtziarra), porque era conocida «por mostrar a los niños para calmarles una figura de Campanilla mientras administraba el pinchazo». «Nos gustaría saber cuál va a ser el plan de actuación de Osakidetza ante esta situación y qué va a pasar con la vacunas del calendario que no sabemos si han sido correctamente administradas», exigen. También piden que se les tenga al día sobre si «realmente se está iniciando un proceso legal judicial contra la persona supuestamente causante de este problema sanitario que implica la rotura de la cadena de vacunación».
Los progenitores protestan sobre todo porque, a pesar de que este caso saltó a la opinión pública hace doce días, «hasta el momento no hay comunicación oficial de Osakidetza o del ambulatorio». Según lamentan, todo lo que saben es información que les ha trasladado el personal de pediatría de Cruces y del propio ambulatorio «y que se puede resumir en que se han comenzado a estudiar los virus más críticos para determinar si en efecto hay niños y niñas sin presencia inmunológica». Además, critican no tener ningún avance sobre cómo se va a realizar todo este proceso.
Además, aunque Osakidetza ha garantizado que se «revacunará» a los menores que no tengan garantizada la inmunidad, han insistido en que «no se ha hecho un estudio ampliado de todas las vacunas, solo las más críticas en términos sanitarios». «¿Qué pasa con el resto de vacunas que no se han estudiado y presumiblemente tampoco han sido administradas?», han protestado. Además, extienden sus dudas a «las vacunas fuera del calendario de vacunación obligatorio de Osakidetza que se han administrado en el centro y han podido no ser administradas debidamente», así como a «quién se hace cargo del gasto de esas vacunas no administradas».
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