El Museo Minero de Abanto reclama evitar afecciones a la corta al rellenar sus galerías

«Queremos mostrar nuestro acuerdo con el relleno de las cámaras, no mostrando inconvenientes en los trabajos subterráneos que han de hacerse para garantizar el correcto estado de conservación y estabilización de la mina», señala el escrito firmado por la directora del centro, Haizea Uribelarrea, y enviado a la propia Agruminsa, autora del proyecto, al Ayuntamiento de Abanto, y a la Dirección de Minas del Gobierno vasco. El documento, sin embargo, subraya la necesidad de «no alterar el estado actual del exterior de la corta», y reivindica su importante «interés geológico e histórico». De hecho, el espacio, que supone el mayor yacimiento a cielo abierto de Bizkaia, ya fue declarado Bien de Interés Cultural Calificado en la categoría de conjunto monumental en el año 2011.

Para evitar cualquier alteración sobre el actual «estado de conservación de este paisaje y elemento cultural destacado», el Museo Minero ha pedido que los dos pozos que está previsto realizar, a fin de acometer el relleno en las galerías C5 y C6 Sudeste, se trasladen 20 metros hacia el parque de Gallarta Zaharra. De esta manera se evitaría la construcción de una escollera y la ejecución de rellenos parciales en superficie. «Si bien se afectaría en mayor grado al parque de Gallarta Zaharra, entendemos también que dicho parque es un elemento de menor valor que el que nos ocupa de la corta de la mina de Bodovalle, este último totalmente insustituible como elemento cultural», recoge el escrito.

Ayer, el presidente de la asociación cultural Museo Minero, Aitor Uriarte, explicó que la alegación incide en la necesidad de «compatibilizar los trabajos de seguridad con la conservación del valor cultural de la corta». «Los pozos de perforación para rellenar en superficie obligan a hacer una escollera y a realizar un pequeño relleno en un lateral de la corta», remarcó Uriarte, que confió en que se asuman los costes para evitar estas afecciones.

La directora del museo recordó por su parte que hasta ahora no se han realizado actuaciones de esta magnitud para poner en seguridad los restos mineros de Abanto, y avanzó que están a la espera de una respuesta. En total el proyecto contempla verter más de 300.000 toneladas, para cuyo traslado será necesario realizar 15.000 desplazamientos en camiones-bañera. Los pozos previstos para el vertido alcanzarán los 200 metros de profundidad desde la superficie.