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HELENA RODRÍGUEZ
BARAKALDO.
Jueves, 7 de junio 2018, 01:25
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La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno vasco, Elena Moreno, compareció ayer ante la Comisión parlamentaria del área para dar cuenta de las medidas de control aplicadas a la empresa Glefaran, ubicada en Güeñes. Las emisiones resultantes de la actividad de la planta de biomasa han superado en varias ocasiones los límites permitidos, algo que el Ejecutivo y los responsables de la firma han intentado solventar. Entre las medidas más recientes: la habilitación de un silo para secar el material combustible, la introducción de medidas en relación a los suelos o la instalación de una nueva estación de medición en el entorno del centro. Además, la empresa tiene hasta final de año para realizar todas las mejoras necesarias.
Glefaran ha sufrido innumerables paradas desde 2016 porque sus emisiones habían superado los límites permitidos. El malestar vecinal, liderado por la plataforma Güeñes Bizia, ha sido evidente y, tras un parón de casi un año, se reactivó el pasado mes de febrero. Entonces, el denso humo que salía por la chimenea y el hollín que cubría distintas superficies hizo saltar todas las alarmas.
Las mediciones de las estaciones móviles de Medio Ambiente y por el opacímetro de la propia empresa arrojaron entonces datos preocupantes. Si el máximo permitido es de 75 miligramos de partículas por metro cúbico, la media del mes se situó en 84. Las causas tenía que ver «con la humedad del material» que se quema en la planta para producir electricidad, confirmó la viceconsejera.
Las exigencias aplicadas a la planta se han modificado a lo largo del tiempo para adaptar las instalaciones a la actividad y han quedado plasmadas en sucesivas ediciones de la Autorización Medioambiental Integrada (AAI). La última, el pasado 28 de mayo. En el documento, además de las medidas anteriores, se acordó «la planificación para la modificación de las instalaciones para que a finales de este año estén realizadas todas» . También se corrigieron «las condiciones de medición de oxígeno en la caldera», apunto la viceconsejera.
«Seguimos trabajando con un control continuo, diario, y nos tranquiliza que las distintas evaluaciones confirmen que se está dentro de los límites», aseguró Elena Moreno, quien destacó que la empresa «ha realizado un esfuerzo para introducir medidas correctoras». Ello no impedirá, no obstante, que el expediente sancionador abierto por superar los niveles contaminantes, actualmente en instrucción, siga su curso legal.
Los portavoces EH Bildu, Elkarrekin Podemos y del Partido Popular, manifestaron sus dudas respecto a la idoneidad de la medidas adoptadas, solicitaron una mayor restricción en los niveles de emisiones, y plantearon que se suspenda toda actividad.
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