La «lenta burocracia» lastra la reparación de la ermita de Pobeña
A falta del permiso del arquitecto municipal, las obras previstas para abril arrancarán finalmente el próximo mes de octubre
Diana Martínez
Muskiz
Viernes, 5 de septiembre 2025, 15:14
Enclavada en la playa de La Arena, sobre un montículo de Pobeña bajo el que se encuentra la cueva de San Pantaleón, se halla la ermita de Nuestra Señora del Socorro, que data de 1768. El paso del tiempo ha hecho mella en el templo, cuyo coro se encuentra apolillado tras sufrir una plaga de termitas. El inmueble tiene humedades y tanto el suelo como el tejado y la fachada están afectados. Los vecinos de este barrio de Muskiz, con un fuerte sentimiento de pueblo hacia su Virgen del Socorro, se han entregado en cuerpo y alma durante los últimos años a adecentar este emblemático lugar. «Los pobeñenses, creyentes o no, tenemos mucho apego a la Virgen. Y ante la negativa del Obispado de arreglar la ermita, ya que tienen templos en peor estado, decidimos recaudar dinero para repararla nosotras mismas», afirma a este diario Zuriñe Atxurra, presidenta de la asociación de vecinos de Pobeña (ADEPO), que consta de seis mujeres volcadas por su barrio.
A base de comidas populares, mercadillos, venta de calendarios y donativos de vecinos, peregrinos e instituciones como Ayuntamiento, Petronor y la Agrupación de Hospitaleros Voluntarios, la asociación ha logrado recaudar hasta el momento cerca de 30.000 euros. La última actividad tuvo lugar el pasado fin de semana, con una paella solidaria que contó con 150 participantes. «La gente se vuelca mucho», expresa emocionada la presidenta de ADEPO. El pasado mes de enero la entidad señaló que en abril arrancarían las obras con una inversión de unos 25.000 euros, pero la «lenta burocracia» ha lastrado los planes para devolver la vida a este templo, totalmente fumigado a causa de las termitas que dañaron el coro. «Primero teníamos que pedir permiso al Obispado para poder actuar y ahora falta el del arquitecto municipal», explica Atxurra. «La intención es arrancar de inmediato, pero según cómo va la burocracia, hasta octubre no podremos empezar».
Próximas fases
¿Cuáles son los pasos a seguir una vez obtengan los permisos pertinentes? La obra menor se centrará en el suelo –se colocará uno nuevo de cerámica y antideslizante– y en la electricidad, así como en la retirada del coro apolillado, cerrado al público por el peligro que ostenta. «Uno nuevo cuesta mucho dinero, así que se va a derribar. Nos da muchísima pena tirarlo, pero está dañadísimo por las termitas», lamenta Atxurra. Cuando arranquen los trabajos, que tendrán un periodo de «mes o mes y medio», se trasladará la talla de la Virgen del Socorro a la iglesia de San Nicolás de Bari, también ubicada en el barrio minero, para evitar que se estropee.
Terminados los trabajos, el siguiente objetivo será adecentar la figura de la Virgen. «La talla es de madera y no le han entrado polillas, que es un milagro, pero tiene 200 años y hay que arreglarla un poco, tiene los ojos deteriorados», añade. La asociación también tiene previsto restaurar el altar y el retablo, reparar el techo, los bancos y las ventanas –éstas, sufragadas personalmente por ADEPO– y el zócalo. Todo lo necesario para que la ermita vuelva a brillar como antaño. «Tenemos mucha ilusión».