Investigan la muerte de un perro con una piedra atada al cuello en La Arboleda

El suceso tuvo lugar en el pozo Zuloko hacia las 19.00 horas de ayer, lunes. «Dimos unas vueltas por la zona para que los perros se bañasen y empezamos a notar el olor, pensaba que era una cabra o un jabalí», relata Prado. Pero no se imaginaba el fatal desenlace. Se acercó al origen del olor «por curiosidad» y se encontró con la desoladora escena.

«Lo ataron a una piedra y lo tiraron para que se ahogase», lamenta este padre de familia, aún afectado por la trágica escena. Cuando se lo encontró, el animal estaba ya «hinchado por los gases» y parece ser que por ese motivo su cuerpo reflotó, pues la piedra que estaba atada mediante una cuerda al cuello del can estaba «como levitando, no al fondo del pozo, que es bastante hondo –de hecho, no se ve el fondo–», explica Prado.

Según ha podido saber este periódico, la guardia urbana ya ha localizado al propietario del can, de la raza boxer, ya que éste tenía un chip. La investigación para «descubrir al culpable o a los culpables» es un tanto «difícil», ya que el lamentable suceso ha tenido lugar en una zona montañosa, con pozos alrededor, donde «no hay cámaras», explicó a este diario el alcalde de Trapagaran, Miguel Ángel Gómez Viar.