El hospital San Juan de Dios de Santurtzi retoma el servicio de rehabilitación

La actividad quirúrgica del hospital San Juan de Dios de Santurtzi recupera de manera paulatina su volumen de operaciones. Así, desde su reinicio, a mediados de este mes, se está trabajando con el 50% de los quirófanos de cirugía mayor, con los que ya se han hecho más de 200 operaciones. El próximo lunes, día 1, se pasará al 75%, cifra que se incrementará a lo largo del próximo mes, hasta llegar al 100%, «si la evolución favorable actual se mantiene», según han señalado este viernes desde el centro hospitalario.

Cabe destacar que, como protocolo de seguridad, a todo paciente que va a ser intervenido se le realiza una PCR previa en torno a 48 o 72 horas antes de la intervención para descartar la existencia de una infección por coronavirus. Por otro lado, a las hojas de consentimiento informado habituales hay que sumar una nueva para procedimientos quirúrgicos a realizar durante la pandemia, así como un nuevo cuestionario que permite al anestesista decidir si la consulta preanestésica ha de ser presencial o telemática.

De cara a la hospitalización, el paciente es llamado para descartar la presencia de fiebre o síntomas respiratorios. Por norma general, el ingreso se efectúa el mismo día de la operación y el paciente únicamente ingresa con un acompañante al día, libre de sintomatología Covid-19 y que debe permanecer dentro de la habitación. Por último, se han redoblado las medidas de protección tanto de los profesionales como de los pacientes y sus acompañantes e, igualmente, las pautas de desinfección y limpieza.

La actividad de las consultas externas de médicos propios del hospital también se ha retomado, de forma paulatina y progresiva. De esa manera, los pacientes acceden a las consultas por una única vía de entrada (la principal), donde se controla el acceso, verificando el uso de mascarilla (obligatoria), la temperatura, la cita y un lavado de manos. Se entra al hospital sin acompañante, excepto menores o personas que necesiten ayuda para su movilidad. Asimismo, se ha procedido al precintado de sillas en zonas de espera para garantizar el distanciamiento entre pacientes y se han fijado marcas en el suelo en la zona de citación para mantener la distancia de seguridad.

Esta semana también se ha puesto en marcha el servicio de rehabilitación, poniendo en funcionamiento dos de sus cuatro gimnasios, así como el servicio de electroterapia, distribuido en dos turnos de trabajo. Los pacientes acceden por una entrada propia (por la avenida de Cristóbal Murrieta), en la que se verifica la cita, el uso de mascarilla, la temperatura y el lavado de manos. Con el fin de disminuir el riesgo de contagios por contacto, no se permitirá el uso de pulseras, collares, pendientes o piercings, ni tampoco el móvil dentro de esta área.

Cada fisioterapeuta atiende a un solo paciente durante el tratamiento. Las tablas de ejercicios en grupo se realizan en una sala independiente, con dos pacientes como máximo y guardando la distancia de seguridad. Además, los pacientes realizan ejercicios activos en sus domicilios, que previamente les son indicados por los fisioterapeutas en el gimnasio, con explicaciones de apoyo. Los pacientes en tratamiento de electroterapia, por su parte, la realizan en la sala específica para este tratamiento, que consta de cabinas independientes.

En caso de que un paciente presente síntomas compatibles con una infección por coronavirus, el hospital recomienda ponerse en contacto con el servicio de rehabilitación del centro antes de acudir a la siguiente sesión y pedir cita con su médico de atención primaria para descartar la existencia de la infección por Covid-19 antes de reiniciar el tratamiento.