«Somos una gran familia»

Los ánimos estaban desbordados de alegría este viernes en el centro de día Orconera, en Trapagaran, por la celebración de su 25 aniversario. Actuación musical en directo, varias mesas con piscolabis, la presencia de algunos allegados y, lo más importante, la «gran familia» creada con el paso de los años entre los trabajadores y los usuarios.

«Es una fecha muy señalada, con un significado muy especial para todos los que formamos parte de esta gran familia. Y sí, digo familia con mayúsculas, porque compartimos mucho tiempo juntos, nuestro día a día, y para nosotros también son nuestros abuelos, a quienes queremos muchísimo», declaró Marta Arruza, coordinadora y trabajadora social de las instalaciones, que cuentan con diecinueve usuarios y once empleados. «Somos un buen equipo».

Antes de que comenzaran los actos, Arruza quiso hacer tres reconocimientos. El primero fue para María Ramírez, de 85 años, una vecina de La Escontrilla «de toda la vida», por ser la usuaria que más tiempo lleva en el centro. Nada menos que diez años. «Cada vez que ella habla, sube el pan», comentó en tono jocoso. «Ha sido y es una mujer luchadora, con muchísimo carácter pero también con un gran corazón». Por eso, le regalaron una «flor preservada como símbolo del tiempo que aún nos queda por compartir», indicó la coordinadora. «Es muy bonito», expresó María emocionada.

Una vez recompuestos del emotivo acto, se dio paso a una banda de mariachis que animaron el ambiente. «¡A pasar un ratito agradable!», alzó la voz Ramírez, la homenajeada. Y así fue. Mientras los músicos tocaban 'Cielito lindo' o 'Las mañanitas', tanto ella como Teolina Rodríguez –Teo para los amigos– salieron al centro del salón para danzar, cachaba en mano, arrancando los aplausos del público.

«Me gusta mucho bailar», alegó Teo, sobre todo música mariachi, ya que tiene familia en México, por lo que la cultura del país la conoce «al dedillo». A sus 79 años, le «gusta mucho pintar y hacer cuentas matemáticas, es importante tener la mente activa», aseguró. Lleva acudiendo al centro de día quince meses y espera continuar muchos más años. «Me tratan muy bien, si me quitan esto me quitan la vida», comenta.

La alegría fue la principal protagonista de la jornada. Los adornos que decoran las paredes de las instalaciones en esta fecha tan señalada son obra de los usuarios. «Todo, todo lo hemos hecho. No se me dan muy bien las manualidades, pero vaya», comentó salada Ramírez, ya sentada tras el 'bailoteo'. Y acudió de lo más bella a la ocasión. «Me pintaron las uñas de las manos y los pies. ¡Y hasta he pasado por peluquería!».

«Tengo que agradecer el trabajo de todos los empleados que han pasado por el centro, porque gracias a ellos...», señaló el alcalde, Xabier Cuéllar, que fue interrumpido por Ramírez: «¡Gracias a ellos estamos aquí!».

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