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La comarca de Las Encartaciones es la más extensa de toda Bizkaia, y una de las más rurales de todo el territorio, en la que ... sin embargo, en la actualidad, apenas hay presencia del sector agrario. Para revertir esta situación, desde Enkarterrialde, asociación que trata de impulsar el desarrollo de esta zona, han puesto en marcha un proyecto para tender puentes con los emprendedores del medio rural y fortalecer así el primer sector. Bajo el nombre de 'Espacio Test Haztegia Enkarterri' han aprovechado una finca de algo más de 6.000 metros cuadrados, en Arcentales, en el barrio de Górgolas, en la que hace tres años se cerró una explotación de agricultura ecológica. «Hemos decidido utilizar este lugar para marcar un rumbo muy claro. Hay una gran falta de productores hortofrutícolas en Las Encartaciones», ha declarado Sergio Fernández, presidente de la agrupación.
Esta iniciativa, en la que colabora la Diputación, Petronor y un total de ocho Ayuntamientos (Arcentales, Alonsotegi, Balmaseda, Carranza, Muskiz, Sopuerta, Trucíos y Zalla), ofrece un acompañamiento integral y un soporte legal para facilitar el desarrollo y la puesta en marcha de un proyecto de negocio. «Esta es una comarca más ganadera pero en la agricultura tenemos una necesidad brutal tanto de relevo generacional como de nuevas incorporaciones», ha estacado este viernes Ixone Ibáñez, gerente de Enkarterrialde, en una visita a las instalaciones.
Para su puesta en marcha han tomado el ejemplo del primer espacio test de Bizkaia, el de Berriz, y han seleccionado dos propuestas de entre las cinco recibidas. La idea es que cada dos años se instalen nuevos emprendedores, facilitando la prueba 'in situ' en estas instalaciones de variados modelos de negocio, y su posterior salida al mercado. Todo ello bajo el asesoramiento de Jon Bastante, productor ecológico en Amorebieta.
Los elegidos para iniciar ese relevo –ambos tendrán un contrato laboral–, y compartir espacio, creando sinergias, son Estíbaliz Trevilla y Álex Rodríguez. La primera, vecina de Carranza de 32 años, se dedicará a las plantas aromáticas, para su posterior destilación y creación de aceites e hidrolatos, para la cosmética natural. «Vengo de padres ganaderos, amo la naturaleza y es a lo que me quiero dedicar. Esto es un auténtico regalo», ha declarado. Por su parte Álex, de Zalla, a sus 28 años ha apostado por la horticultura ecológica, a la que dará salida en mercados y restaurantes. «Mis aitas me criaron en un baserri y después de trabajar en distintos sectores esto es como volver a los orígenes». Antes de lanzarse a la plantación ambos acondicionan las instalaciones, pertenecientes a una finca que data de 1750, que tuvo importancia en las Guerras Carlistas y que fue usada como caballeriza.
Al acto de presentación acudieron varios responsables de los agentes implicados en la iniciativa, como el alcalde de Zalla, Unai Diago, quien ha aprovechado para poner en valor este proyecto, que permitirá «que todo el trabajo que se ha hecho en los últimos años en el campo tenga un relevo y se pueda preservar», refiriéndose a la cebolla morada de Zalla, un símbolo de la comarca.
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