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Diana Martínez
Santurtzi
Domingo, 19 de enero 2025, 17:03
Este pasado martes arrancó el 'chunyun', el periodo de cuarenta días durante el cual los ciudadanos chinos regresan a sus hogares por el Año Nuevo lunar. Un fenómeno que provoca la mayor migración anual del mundo. De hecho, en esta ocasión China prevé un récord de 9.000 millones de desplazamientos para celebrar la conocida como la fiesta de la primavera, la conmemoración más importante en el país asiático. «A pesar de que estamos en un país extranjero, es una tradición bastante importante», recalca a este diario Peilei Cristina Cheng, que lleva un cuarto de siglo viviendo en Bilbao y ya se considera «medio china, medio vasca». Y, como ella, miles de compatriotas más, ya que habitan en Euskadi «más de 7.000 chinos».
Es una «comunidad bastante grande a la que le interesa integrarse», afirma Cheng, que ejerce de traductora y colabora con la asociación china de la comunidad autónoma vasca, con alrededor de 400 miembros y que cada año organiza un evento especial para celebrar la fiesta de la primavera. «Se llama así porque a partir del 28 de enero comienza la primavera y se empiezan a coger verduras del huerto», recalca la mujer. Esta vez, y con el fin de fortalecer la unión entre la comunidad china, el Palacio Oriol de Santurtzi acogerá mañana, lunes, un evento que reunirá a casi 300 personas entre familias, comerciantes, asociaciones y representantes de instituciones como ayuntamientos.
Aunque la celebración oficial de la fiesta de la primavera es el 28 de enero, se ha querido adelantar el evento para estrechar lazos entre la comunidad antes de que marchen a su tierra natal, como manda la tradición. La conmemoración, con una duración estimada de tres horas, comenzará a partir de las 20.00 horas y se alargará hasta casi la medianoche. Se llevará a cabo un recibimiento en el hotel santurtziarra, seguido de una presentación de la comunidad, ensalzando los valores de la familia y la educación, sobre todo en fechas tan importantes como esta. Una actuación con música y baile será el paso previo a la cena, que se distribuirá en treinta grandes mesas redondas.
El banquete contará con platos típicos del país asiático, como 'nian gao' –pastel de arroz–, 'jiaozi' –similares a las 'gyozas' japonesas, son una especie de empanadillas de masa fina y cocinadas a la plancha o al vapor– y «frutos secos chinos». Para la ocasión, el Palacio Oriol tendrá adornos de color rojo, ya que representa «felicidad, alegría, suerte y fortuna», subraya Cheng. De hecho, en China también es tradición regalar dinero en sobres rojos. Rodeados de rojo y el calor de la familia, millones de compatriotas dejarán atrás el año del dragón –símbolo de protección y para espantar a los espíritus malignos– y darán la bienvenida al de la serpiente, que representa sabiduría, fortaleza y salud.
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