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El sistema de aparcamiento limitado (OTA) se implantó en Barakaldo en 1997, y a lo largo de estas casi tres décadas ha estado gestionado por una única empresa, Dornier. Esta compañía, con sede en Madrid, se ha encargado hasta el momento del estacionamiento regulado en la vía pública en el municipio, que actualmente cuenta con unas 13.200 plazas, pero dejará de hacerlo en los próximos meses tras su renuncia a continuar con el servicio. Y es que ha decidido no presentarse al nuevo concurso lanzado por el Ayuntamiento, que se encuentra actualmente en trámites de adjudicación. Cuenta con una inversión de 3,4 millones de euros, tan solo para un año, con la posibilidad de ser prorrogado otro más.
Un contrato de los denominados 'puente' debido a una demora en la contratación de una asistencia técnica para el análisis de mejoras y novedades en la implantación, según explicó hace unos meses el Consistorio, que permitirá dar tiempo para la realización de este estudio y la puesta en marcha del nuevo servicio con las consideraciones oportunas. A éste sí que ha optado, en cambio, Valoriza, la empresa encargada en los últimos años de la limpieza viaria, recogida y transporte de residuos en el municipio, que ya en otras ocasiones también intentó hacerse con la gestión de la OTA.
El servicio de basuras ha estado rodeado de polémica en los últimos cursos por varias sentencias, y esta compañía, que ha sido multada en varias ocasiones por incumplimientos, fue adjudicataria en 2024 del último contrato municipal, también de un solo año, con una posible prórroga de seis meses, y un coste de casi 12 millones de euros, a la espera de unos nuevos pliegos. Ahora aspira a controlar también el aparcamiento regulado, como ya lo hace en otras localidades como Castro Urdiales, siendo la única oferta con la que cuenta el Ayuntamiento en estos momentos, tras excluirse otra presentada por Estacionamientos y Servicios (EYSA), que terminó en un recurso ante el órgano del Gobierno vasco que vigila los contratos públicos (OARC), que ha sido desestimado, y que ha retrasado la adjudicación. En la mañana de este jueves la mesa de contratación del Ayuntamiento se reunirá para retomar el proceso.
La OTA cuenta con una plantilla de unas 75 personas que el pasado año se rebeló contra Dornier por negarse a negociar un convenio colectivo, tras vencer el anterior a finales de 2022. El servicio de aparcamiento, que podría introducir cambios significativos con la llegada el próximo año de la zona de bajas emisiones, espera instalar nuevos parquímetros en todas las zonas para conectar todo el municipio a un sistema centralizado, y poder monitorizar así a los vehículos que hagan uso de las plazas reguladas. Esto, gracias también a los dispositivos de posicionamiento GPS de los que dispone el personal, los 'oteros'; y a los vehículos que recorren las calles registrando las matrículas, facilitará las labores de vigilancia y permitirá disponer de datos fiables para la toma de decisiones en materia de movilidad.
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