«Por fin nos atenderán en el hospital al lado de casa, era una medida absurda»
Vecinos de Cruces celebran que Osakidetza les permita acudir a consultas a este centro después de tres décadas de reclamaciones
«¡Ya era hora! Si esperan otros 30 años más muchos de nosotros ni lo contamos». Ana María Torre y Rafael Alonso son dos de ... los veteranos residentes en el barrio baracaldés de Cruces. Sy vivienda se encuentra a apenas unos metros del hospital, pero se ven obligados a desplazarse hasta el centro del municipio, al ambulatorio de La Felicidad, y a San Eloy, cada vez que tienen que acudir a una cita con un especialista o a una intervención. Un recorrido de unos tres kilómetros que se reducirá a apenas cinco minutos con el reciente anuncio del consejero de Salud del Gobierno vasco, Alberto Martínez.
Y es que según ha informado, la reorganización que se llevará a cabo en Osakidetza conllevará algunas actuaciones para «crecer en humanización». Entre ellas, la reestructuración de las organizaciones sanitarias integradas (OSIs), que permitirá que los pacientes del barrio de Cruces «sean atendidos en el hospital, acercando la atención a la comunidad». Algunos se veían obligados también a desplazarse hasta San Juan de Dios, en Santurtzi, para recibir sesiones de rehabilitación.
«Era una medida absurda. Lo llevamos reclamando desde hace muchos años. Antes no podíamos ni ir a Urgencias. Mi padre tenía problemas en la vejiga y aquí no le atendían, teníamos que ir a San Eloy», ha relatado Ana María. «Y si era fin de semana, a Sestao», apunta luego su marido. «Mi esposo tuvo que ir muchas veces en ambulancia, con el gasto que eso conlleva, teniendo el servicio a un paso de casa. Era algo que no se entendía», ha señalado también Amparo Blanco. Como un «trastorno innecesario» lo califica Antonio Bayo, que todavía recuerda las «numerosas veces» en las que tuvo que acompañar a su difunta esposa en bus o taxi a que le trataran de un problema que tenía en los ojos. «En nuestro ambulatorio nos llegaron a decir que hasta que no se volviera a revisar todo tenía que seguir así. Y parece ser que ya ha llegado ese momento», celebra aliviado, mientras pasea por la plaza frente al hospital.
Alberto tiene pendiente una visita al endocrino y otra para controlar el sintrom, y espera que pueda ser en el barrio. «No es lógico lo que estaba ocurriendo hasta ahora». Lo mismo opinan José Luis y su mujer, Alfonsa Díaz, vecinos de Llano. «Aquí están viniendo de otros municipios y nosotros que estamos cerca nos obligan a ir a otro lado. Es de sentido común cambiarlo». Una reivindicación histórica que afecta también a quienes residen en Retuerto, que la hicieron suya en los últimos años desde la asociación de familias de Cruces, con varios actos. Entre ellos, una recogida de firmas. Hace una década también lograron un apoyo unánime del pleno.
Petición del Ayuntamiento
Pese a todo, la situación se ha mantenido a lo largo del tiempo, afectando a miles de pacientes. El pasado mes de julio la alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), llegó a enviar una carta a la dirección general de Osakidetza, trasladándoles esta petición «de suma importancia para la calidad de vida y el bienestar de los vecinos».
«Creemos que una revisión de la asignación podría redundar en un beneficio tangible para la ciudadanía, sin menoscabo de la organización general del sistema», añadió la regidora. Una decisión que finalmente ha sido tomada en cuenta, a la espera de una «pronta implantación».
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