Rubén Las Hayas, pregonero de este año, posa con el pañuelo de fiestas. E. C.
Rubén Las Hayas | Pregonero de las fiestas de Portugalete

«Las fiestas son lo que son hoy en día gracias a nuestra generación, los mayores»

Las Hayas, el pregonero más veterano de San Roque, pretende con su discurso que la juventud «no se olvide de la historia que tiene Portugalete»

Diana Martínez

Portugalete

Lunes, 29 de julio 2024, 15:17

Rubén Las Hayas será el encargado de dar el pistoletazo de salida a las fiestas de Portugalete, del 14 al 18 de agosto. Creador del blog El Mareómetro y fundador de la ya extinta Fundación El Abra, que hasta el año pasado se encargaba de elaborar una colección de historias y fotografías de los siete siglos de la localidad, se convierte en el pregonero más veterano de la villa y en su discurso hará hincapié en el papel de los mayores.

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– ¿Cómo se siente por ser nombrado pregonero para las fiestas de su pueblo?

– Muy orgulloso. Con 83 años que tengo, voy a ser el pregonero más veterano. Represento a toda una generación, la que nacimos después de la guerra. Se le debe reconocer la labor que han hecho en recuperar en estos ochenta años las fiestas. Los 'Sanroque' son lo que son hoy en día gracias a esa generación.

– Una gran labor.

– Sí. La tamborrada se ha recuperado en las últimas décadas. La Diana jarrillera, cuando yo era niño, no se cantaba, ha sido mi generación la que le ha puesto música y letra hasta llegar a lo que es hoy. La bajada también es uno de los actos emblemáticos, que ha sido copiado por otros municipios. Se bajaba desde la ermita donde se hacía la romería hasta la plaza. Lo más importante de San Roque, lo que más nos distingue de otras fiestas, son varios actos emblemáticos que son puramente de Portugalete. Como la Diana, la bajada, la cucaña en la ría... Eso nos hace estar más orgullosos de nuestras fiestas, que no son las mejores del mundo, pero como dice nuestra Diana, nuestra diversión es la mejor del mundo entero.

– ¿Dedicará el discurso a alguien en particular?

– El pregón va dirigido a toda la gente de Portugalete. Pero fundamentalmente entre toda esa gente estarán mis nietos. Y muchos de esos chavales, por edad, también podrían ser mis nietos. Quiero que la juventud no se olvide de la historia que tiene Portugalete. Y también hay que tener en cuenta que aquí hay una capacidad cada vez más grande de acogida. Muchos de los nuevos portugalujos han venido de fuera, y ellos van a ser el futuro de la villa. Por eso es importante que también ellos sepan de dónde vienen nuestras fiestas.

– ¿Nervios por el gran momento?

– No, soy muy mayor ya y he presentado muchos actos de conferencias. Aunque llegado el momento se notará el gusanillo, y ver a la muchedumbre tiene que influir, porque somos humanos. Pero no es una cosa que me preocupe mucho.

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– Es un honor que le han concedido por su gran labor por la historia de la villa. ¿Qué le motivó?

– He estado siempre implicado en las actividades del pueblo y me gustaba su historia, así que empecé a hacer varios libros. Era coleccionista de postales, hice una selección y salió un libro. Nos acabamos juntando muchos, entre ellos el presidente de la asociación de Amigos de la Basílica, para conservar también la historia de la basílica de Santa María, que es el monumento principal más antiguo que existe en la villa. Y con la Fundación El Abra recuperamos todo lo que está escrito a lo largo del tiempo sobre Portugalete. Nos preguntamos '¿y si hacemos una colección de libros recopilando los que hay publicados? ¿O un blog? Del siglo XV no hay nada escrito, ¿hacemos algo?'. Y así te vas liando y recopilas un poco de todo con anécdotas, fotografías, artículos de investigadores... La gente sacaba de los cajones fotos antiguas o folletos y de ahí salieron los Cuadernos Portugalujos, con pequeñas historias de la villa con muchas ilustraciones que hacen que entre por los ojos. Al final, la historia de Portugalete la componen todos. Es la suma de la historia de cada vecino.

Misma esencia

– En sus escritos tiene apartados dedicados a las fiestas. Incluso a los colores de los pañuelos.

– Cualquier detalle forma parte de nuestra historia. Antes teníamos el pañuelo de cuadros, más general, de romerías. Ya en los años de la posguerra se empezó a usar el rojo, como referencia a los Sanfermines de Pamplona. Hasta que un día se dijo 'no, nosotros somos jarrilleros y tenemos que ir de amarillo'. Y así se ha mantenido el color propio de la villa en los pañuelos hasta hoy en día.

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– ¿Han evolucionado mucho?

– Las fiestas van con la civilización, pero el hilo conductor es el mismo. Antiguamente el pregonero ponía los programas en las paredes y a continuación comenzaban a lanzar cohetes, lo que ahora llamamos txupinazo. Y los txistularis empezaban a tocar. Eso se mantiene. El arranque de fiestas siempre son música, cohetes y ruido. Van evolucionando pero la esencia es la misma. Con las bajadas, antes iban en familia con las cestas de comida; luego los jóvenes que iban bailando; después, grupos de danzas.

– ¿Cómo las recuerda usted de niño?

– Con añoranza. Te acuerdas mucho más de los gigantes y cabezudos, que siguen existiendo. Nos atraían mucho a los niños.

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