Las familias del colegio Salesianas de Barakaldo recaudan dinero para dotar al centro de un desfibrilador

El objetivo es vender 2.500 pulseras, al precio simbólico de un euro, para cubrir los gastos de la adquisición del desfibrilador, su mantenimiento de los dos primeros años y la formación en su uso. El AMPA del centro ya lleva mucho trabajo adelantado con la venta de un millar de estas pulseras en campañas previas en el propio centro, y en espacios del entorno como el Hospital de Cruces. «Lo teníamos previsto antes de que empezara la pandemia, pero con el retraso de los pedidos a China y las restricciones se nos retrasó todo», ha detallado una de las diez impulsoras de la iniciativa, Rebeca Fernández. Ella es también una de las encargadas del puesto colocado a las puertas del colegio, que este lunes dará un empujón a la campaña.

También participa en la venta la madre de Irene, Reyes Lázaro, quien ha señalado que cada día nacen diez menores con problemas de corazón de distinta gravedad a nivel nacional. Ella ha explicado que en su caso, la pequeña tuvo que ser operada ya por primera vez a los siete días de nacer. Desde entonces ha sido objetivo de muchas intervenciones que la han ocasionado secuelas como la movilidad reducida, por lo que emplea una silla de ruedas. Lázaro quiere que la campaña también ayude a sensibilizar y a recordar que los niños que nacen con esta enfermedad hoy en día ya pueden desarrollar su vida con calidad gracias a los avances de la medicina. «Uno de los riesgos que sufre es el de que se le pare el corazón», ha detallado la madre, que defiende la presencia de estos equipos para facilitar salvar vidas, allí donde los profesionales puedan no llegar a tiempo.

De hecho, como parte de la iniciativa, en el colegio de las Salesianas de Barakaldo recuerdan que los cuatro primeros minutos tras una parada cardiorrespiratoria son claves. Actuar en esa franja con un desfibrilador «aumenta la supervivencia en más de un 70%».

El director del centro, Enrique Jiménez, ha destacado que el desfibrilador se instala en los centros con más de 500 alumnos. En su caso hay 380 repartidos entre los dos años y 4º de la ESO. «Aquí el más próximo está en el hotel –junto al Megapark–, pero esto es cuestión de minutos. Pensamos que a los vecinos también les puede interesar saber que aquí habría un equipo que podría ayudarles», ha planteado el hombre, quien ha recordado que la iniciativa también está incluyendo la concienciación entre los alumnos.