«Hemos evitado cinco incidentes con delincuentes al desenfundar las táser»
La Policía de Barakaldo patrulla con dos de estas armas electrónicas, que le han ayudado ya a disuadir en plena calle a varios individuos violentos
Un fuerte chisporroteo eléctrico, antes de un golpe seco, y dos hilos salen disparados, con dos pequeños arpones, con una descarga de 50.000 voltios, ... que al clavarse en el cuerpo impactan con una intensidad de 21 miliamperios. Esto «no supera el umbral de riesgo», pero permite que durante cinco segundos se sature el sistema sensorial muscular, «con una corriente a 22 pulsos por segundo, que genera un estrés como cuando una persona está peleando o huyendo», lo que provoca a su vez una «paralización momentánea», que da un tiempo suficiente para desarmar y reducir sin problemas a una persona violenta. «Como un ordenador con muchos programas que se bloquea».
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Así explica a este periódico el funcionamiento de las pistolas táser José Luis Gutiérrez, 'Txelu', el jefe de la Unidad Operativa Especial (UOE) de la Policía Local de Barakaldo, quien asegura que estas armas, conocidas de manera oficial como Dispositivos Electrónicos de Control (DEC), con las que patrullan desde hace dos meses, suponen «una mejora importante para la seguridad de todos», tanto de los propios agentes como de las personas detenidas, ya que no entraña riesgos para la salud. Y es que se evitan peligrosos forcejeos que pueden acabar en lesiones o en más víctimas, traduciéndose también en una mayor protección para el resto de vecinos, permitiendo concluir las intervenciones sin mayores consecuencias.
«Además, es la única arma que está controlada», resalta 'Txelu', ya que cuenta con un sistema que registra todo desde 30 segundos antes de apretar el gatillo, grabando con una cámara que porta el policía imágenes que son enviadas directamente al servidor, «sin posibilidad de que puedan ser alteradas». También se activan con cada uso otras cámaras adicionales que porta cada patrulla y que permite que la intervención sea captada desde otro ángulo, «para aportar mayor claridad».
Actualmente la Policía de Barakaldo, y en concreto los veinte integrantes de la Unidad Operativa Especial, cuentan con dos táser y ocho cámaras, y esperan sumar otros tres dispositivos electrónicos más, para dotar a cinco patrullas. En todo este tiempo han tenido que echar mano de estos equipos en cinco ocasiones, aunque sin llegar a utilizarlos como tal. Y es que solo con su presencia y su activación inicial, con el fuerte chisporroteo, su efecto disuasorio ayudó a concluir sin incidentes varias intervenciones peligrosas. En una de ellas, pudieron desarmar rápido a un hombre violento que portaba un cuchillo, «que desobedecía las órdenes de los agentes», y también hizo que otro varón muy agresivo depusiera su actitud.
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Impedir suicidios
Su uso, que siempre se activa en situaciones de peligro cuando se desobedecen varias advertencias verbales, permite intervenir con una distancia de seguridad, hasta unos 7 metros, y puede ayudar también a evitar suicidios. El coste de cada equipo, compuesto por un arma, dos cámaras y las licencias para poder descargar y sincronizar las grabaciones durante cinco años, ronda los 8.000 euros, según ha explicado a EL CORREO el concejal de Seguridad Ciudadana, Ángel Madrazo. La Policía Local de Barakaldo se une así a otros cuerpos municipales, como el de Basauri, Sestao o Santurtzi, que ya utilizan esos dispositivos. Una adquisición que se suma a la lista de nuevos medios incorporados por el Ayuntamiento, como coches patrulla y drones, gracias una inversión en seguridad que ronda los 1,5 millones de euros desde 2019.
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