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Alumnos y profesores de la ikastola Alkartu de Barakaldo se han visto sorprendidos este miércoles por un intenso olor a gas que ha obligado a suspender de manera momentánea las clases. El incidente, causado por la rotura de una tubería, en plenas obras de reforma para la mejora y la ampliación de las instalaciones, ha requerido de la presencia en el lugar de una dotación de bomberos, tras el aviso desde la dirección al servicio de emergencias. También han acudido agentes de la Policía Local.
Desde el centro, que acoge a unos 410 alumnos de Infantil y Primaria, activaron de manera inmediata su protocolo de actuación, tomando todas las precauciones adecuadas, y poniendo a salvo a toda la comunidad educativa. Tal y como han resaltado desde la dirección de la ikastola a este periódico, no hizo falta evacuar a los menores y a los docentes fuera de las instalaciones, sino que salieron a la zona exterior, al patio, colocándose «en el punto más lejano posible», esperando a la reparación.
Desde el Ayuntamiento han agradecido la respuesta del equipo directivo, y de los bomberos y agentes de seguridad, «por su rápida actuación», lo que permitió que minutos después se pudiera recobrar la normalidad en las aulas, con el susto en el cuerpo. «Afortundamente no ha habido daños personales», ha destacado la alcaldesa, Amaia del Campo, que no dudó en desplazarse hasta la ikastola.
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María de Maintenant e Iñigo Fernández de Lucio
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