La DYA busca 40 voluntarios para gestionar la avalancha de ropa donada para Turquía y Siria

«Estamos desbordados». Son las palabras de Amaia Egea, voluntaria de la DYA en Santurtzi, donde el pasado jueves se puso en marcha una campaña de recogida de prendas de abrigo para los afectados por el terremoto de Turquía y Siria. Desde entonces la respuesta ha sido descomunal. Cientos y cientos de bolsas con material se han acumulado en el almacén de la organización, ubicado junto a la estación de Renfe. «Tenemos esto lleno y no damos abasto. La gente ha respondido muy bien», explica Egea.

La situación ha llevado a la organización a pedir cuarenta voluntarios para ayudar con la carga y se ha visto obligada a adelantar a este lunes el fin de la recogida, que en principio estaba prevista para el domingo 19. Así, este lunes será el último día para que la ciudadanía haga una limpieza de armarios y deposite en el almacén de la DYA las prendas que ya no usen y puedan servir a los afectados por el terremoto en Turquía y Siria.

Para dar respuesta, la entidad solidaria ha solicitado veinte voluntarios para el turno de las mañana (de 10.00 a 13.30 horas) y otros veinte para la tarde (de 17.00 a 19.30) que ayuden a seleccionar y empacar las donaciones. No es necesario apuntarse, explica Egea, «cualquier persona que venga y ayude es bien recibida. Ahora estamos siete personas y más manos vendrían bien» ante la ingente cantidad de material recibido. Las prendas de invierno no son lo único que trae la ciudadanía. «Muchísimos sacos de dormir, almohadas, cunas de viaje, mantas, edredones, nórdicos... Cosas muy necesarias», mantiene, y agrega que un comerciante de Sestao también ha aportado gran cantidad de su 'stock'. «Ropa nueva, bufandas, camisetas, guantes, jerseys, abrigos, cajas... Ha sido impresionante».

Jesús Gutiérrez ha depositado este lunes dos bolsas sobre un gran montón de material acumulado en el suelo, delante del almacén de la DYA. Pero no es su única donación. En los últimos días la limpieza en su hogar ha sido importante. «He traído unas diez bolsas», comenta, y en cada ocasión se ha sorprendido para bien de la descomunal montaña de material recibido. «Una bestialidad, se ha desbordado esto, es tremendo. Aunque me parece divino que la gente ayude tanto, estoy orgulloso del pueblo», expresa.

Edurne Fidalgo, por su parte, ha donado «zapatos, sábanas gordas y ropa de invierno principalmente, como abrigos, pantalones, jerseys y gorros». El cambio de planes para finalizar la campaña de recogida le ha pillado desprevenida. «Iba a bajar otra tanda de bolsas mañana pero la bajaré a la tarde, que tengo más sábanas de invierno que a los afectados les vendrá mejor», cuenta.

«Es muy triste la situación (en Turquía y Siria)», expresa María Jesús Plaza, que se ha acercado desde Barakaldo para aportar su granito de arena a la causa. «Hemos traído lo que hemos podido. Plumíferos que no me ponía, anoraks, jerseys... Ropas de abrigo, que lo necesitan». Nani González y Félix Gutiérrez se han acercado en coche al lugar para donar tres cajas de cartón y otras tantas bolsas repletas. «Prendas de abrigo, ropa de cama, mantas, sábanas y ropa para niños», explican, asombrados por la gran cantidad de material recibido por la DYA. «Me parece genial, la gente es estupenda y se vuelca mucho en situaciones trágicas como esta».

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