Denuncian el robo de más de 80 móviles y carteras en una fiesta en el BEC

Era la primera vez que el festival Elrow recalaba en Bizkaia, con el espectáculo Kaos Garden by Okuda San Miguel, diseñador cántabro especializado en arte urbano. El evento, que recorre el mundo y en los próximos días viajará hasta Chicago, comenzó a las ocho de la tarde del pasado sábado en las instalaciones del Bilbao Exhibition Center y terminó pasadas las seis de la madrugada. En la publicidad se anunciaba que la sesión iba a congregar a 10.000 personas bailando durante diez horas seguidas.

Algunos asistentes aseguran que hubo un momento en que el suelo estaba «lleno de carcasas de móviles tiradas por el suelo». Una vez que se apoderaban del terminal, los ladrones le quitaban la funda para que no pudiera ser reconocido por su dueño. No sólo sustrajeron teléfonos, también carteras e incluso joyas. A Gotzon, de 34 años, le arrancaron de un tirón la cadena de oro que llevaba al cuello. Había adquirido una entrada VIP, para «poder acceder a la zona de arriba del stage con barra», que le costó 160 euros al haber anticipado la compra. Valorado en 1.500 euros, el collar fue un regalo familiar y tenía para él un gran valor sentimental. Eran aproximadamente las cuatro de la madrugada. «Estaba tranquilamente bailando y sentí el tirón. Cuando me di la vuelta, no vi a nadie y nadie había visto nada». «Dos chicas nos habían advertido de que tuviéramos cuidado porque a uno de sus amigos le acaban de robar la cadena. Pero yo había dejado todo lo de valor en el ropero y estaba pendiente del móvil. No me esperaba en ningún momento que me arrancaran la cadena del cuello», lamenta. El joven se dirigió al escaso personal de seguridad repartido por la fiesta, que le confirmó que estaban recibiendo «muchas incidencias por robos, pero que no podían hacer nada».

Noticia relacionada

«Los ladrones aprovecharían cuando tiraban confeti y levantábamos las manos»

Con el disgusto, acudió al día siguiente a la comisaría de la Ertzaintza de Erandio a interponer denuncia. Allí le revelaron que se habían cometido numerosos hurtos y que la comisaría de Sestao había abierto una investigación para intentar identificar a los autores. Gotzon ha solicitado tanto al BEC como a la organización del festival «acceso a las cámaras de videovigilancia con la esperanza de poder identificar a la persona que me robó».

Tres amigas también sufrieron la sustracción de sus móviles. Pasaron el código QR que llevaban en el teléfono por la entrada y apenas media después ya les habían sustraído el terminal a dos de ellas. A la tercera se lo robaron al cabo de diez minutos. «No nos enteramos y eso que lo llevábamos en el bolso pegado al cuerpo». Una de ellas decidió marcharse a casa. Las otras dos se quedaron hasta el final y de ahí se dirigieron a la Policía Local, que las derivó a la Ertzaintza para poder interponer denuncia. En noviembre del año pasado, la Policía estableció un dispositivo de vigilancia para evitar robos y trapicheo de drogas en una fiesta de Elrow en Valencia. Hubo 20 detenidos y recuperaron un centenar de móviles.