El Consistorio fabril estudia limitar la velocidad a 30 kilómetros/hora en el centro

El pasado industrial todavía pesa en Barakaldo, que no se olvida de los riesgos de la contaminación y la polución. La segunda población de Bizkaia cuenta con pocas zonas peatonales, como el entorno de la calle Zaballa y Merindad de Uribe, donde se actuó en el 2000. Entonces, del cambio climático apenas se hablaba. Aquella intervención se llevó a cabo para impulsar el comercio. También en el paseo de Los Fueros, en el 95, aunque en este caso se mantiene semi-peatonal con un carril con el paso restringido a autobuses y vehículos de emergencias.

Además, la localidad de la Margen Izquierda mantiene el límite de velocidad a 50 kilómetros por hora, a excepción de algunas pocas vías con prioridad para los viandantes que sí tienen el límite fijado en los 30. Pero los tiempos han cambiado y desde el equipo de gobierno, formado por PNV y PSE, tienen previstas varias medidas para reducir la contaminación del tráfico en la ciudad. Precisamente, los miembros de la comisión que trabaja en este plan estudiarán cambios en la normativa de circulación y analizarán el caso de Bilbao, donde en 2018 se redujo el límite de velocidad a 30 kilómetros/hora.

La descongestión del tráfico de los centros urbanos es una meta fundamental de las ciudades. ¿Cómo hacerlo? En el caso de Barakaldo, prácticamente, poniendo el contador a cero. «El mayor reto del siglo XXI es luchar contra el cambio climático, y en esta lucha, tenemos que ir todos de la mano», afirmó ayer la alcaldesa, Amaia del Campo. Pero, ¿ya es posible un 'Barakaldo Central', tal y como plantea el Gobierno de Sánchez para las ciudades de más de 50.000 habitantes?

A juicio de la regidora jeltzale, adaptarse a esta futura ley «será costoso» en Barakaldo, si bien defendió que la iniciativa parece «positiva». «Desconocemos cómo debe materializarse, los plazos con los que vamos a contar o, por ejemplo, si desde el gobierno central se nos facilitará a los ayuntamientos ayudas», razonó.

El primer paso es «ultimar» el plan local de movilidad, en el que se contempla mejorar la red de bidegorris e incorporar más vehículos eléctricos a la flota municipal. Asimismo, Barakaldo, dentro de la nueva ordenanza fiscal, tratará de limitar el tráfico de vehículos con bonificaciones fiscales por la compra de coches 100% eléctricos o híbridos.

Para sacar coches del centro, el Ayuntamiento incorporará también la zona marrón a la OTA, que permitirá aparcar en el extrarradio durante toda la jornada por solo un euro. El compromiso suscrito implica reducir las emisiones de efecto gas invernadero al menos un 40% para el año 2030 y del 80% para el 2050, con respecto a los registros del 2005.