El cierre del gimnasio gratuito desata las iras de los usuarios del polideportivo de Santurtzi
La reforma del inmueble ha unido este espacio y el de pago para ejercitarse en una gran sala por la que se abonarán 35 euros al mes más la cuota de socio
Diana Martínez
Santurtzi
Martes, 11 de febrero 2025, 17:18
Los vecinos de Santurtzi llevan más de 35 años disfrutando del gimnasio básico de musculación, una sala modesta de unos 90 metros cuadrados con varias máquinas de estiramientos. Pero ahora, tras la millonaria reforma del polideportivo Mikel Trueba, ese espacio ha sido eliminado. «Pedimos un gimnasio igual como el que teníamos antes, porque iban familias y personas mayores que pierden movilidad y necesitan estirar, que no pueden permitirse más gastos», critica José, uno de los afectados.
Este espacio no era único. Las instalaciones deportivas contaban con dos gimnasios, el básico gratuito y uno más amplio de pago. «Siempre han convivido ambos sin ningún problema, no entendemos que lo quiten», añade Jesús María Rodríguez.
Para poder acceder a la sala básica de musculación, los usuarios debían pagar la cuota de socio. La mínima, de 150 euros al año, daba acceso también a la pista de atletismo y a los vestuarios, y podían disfrutar del gimnasio básico sin tener que pagar más. A día de hoy, tras la reforma del polideportivo –se está llevando a cabo la última fase que incluye un bar, vestuarios, oficinas para los clubes y una sala de estudio–, se han redistribuido los espacios, eliminando la opción gratuita y generando un único gimnasio de 900 metros cuadrados. «Nos han dejado uno por el que tenemos que pagar 35 euros más al mes, además de la cuota de socio. Y hay mucha gente que no se lo puede permitir», cuenta Rodríguez.
Ciudad Europea del Deporte
Varios usuarios han recogido firmas para salvar el espacio gratuito. Presentaron 250 ante el Consistorio, «que nos hizo caso cero. Nos sentimos ninguneados», alega Rodríguez. «Este año somos la Ciudad Europea del Deporte y se da la paradoja de que quitan la opción más económica. Sale más caro la instalación municipal que la privada», dice Emilio Arce.
El Ayuntamiento recuerda que «al tratarse de un espacio con maquinaria pero sin supervisión, los equipos se deterioraban o desaparecían. Ya que mantenerlo no ofrece garantías, con la reforma se ha reconvertido este espacio en nuevos vestuarios, dada la alta demanda». Además, se estudia «habilitar un espacio de estiramientos» a futuro. Las mismas fuentes recalcan que el gimnasio de pago ofrece ahora una «bonificación del 50% para personas con bajos ingresos».
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