Una vecina de Portugalete recupera su casa okupada desde hace año y medio: «Ha sido un calvario»
Cuatro patrullas de la Ertzaintza y la Policía Municipal han acompañado a la comitiva y al cerrajero tras la salida de los inquilinos
Diana Martínez
Portugalete
Jueves, 17 de julio 2025, 12:15
«Todavía no me lo creo, estoy muy contenta», expresaba este jueves Olga Díez, vecina de Portugalete, que lleva «año y medio» sufriendo un caso de okupación ... . Compró un piso en la calle Reyes Católicos, del que sigue pagando un préstamo hipotecario, y lo puso en alquiler. Hace tres años acordó la entrada con dos inquilinos que pagaban 700 euros al mes y no daban problemas. Hasta que en enero del pasado ejercicio dejaron de pagar y, sin avisar, abandonaron el piso pero accedieron otros en su lugar. Desde entonces, ha habido un trasiego de personas entrando y saliendo del edificio y generando problemas de convivencia.
Tras más de un año de lucha –«todo se ha ido retrasando por temas de ley, notificaciones, etc.», alega la propietaria– se organizó un lanzamiento el mes pasado para desalojar el piso, pero debido a la falta de una patrulla libre de la Ertzaintza –que debe estar presente por cuestiones de seguridad–, la jueza no pudo acudir, por lo que se canceló. Semanas después se notificó una nueva fecha, este jueves, a las 10.00 horas. En esta ocasión se ha contado con el apoyo de dos patrullas de la Policía autonómica y otras dos de la Municipal. También estaba presente la alcaldesa, Marijose Blanco, que no ha querido dar declaraciones al respecto. Y los okupas –al menos dos había en el interior del domicilio– abandonaron el lugar con sus mochilas media hora antes.
Para las 9.55 horas ya accedía a la vivienda la comitiva junto a la propietaria, el cerrajero y la Policía. «Los agentes me han dicho que, comparado con los pisos okupados que han visto, este no está tan mal», recalca Díez. Un sofá con varios televisores se encuentra en mitad del pasillo, las habitaciones se encuentran sucias y con algunos desechos tirados por los alrededores, hay varios desperfectos... «Las puertas hay que tirarlas. Y la de la entrada ya la ha cambiado un cerrajero muy majo de Santurtzi, porque de toda la gente que había entrado a la fuerza la habían destrozado. Voy a poner una alarma también», explica a este diario. «Intentaré contratar un servicio de limpieza, sanearlo y venderlo, porque me lo quiero quitar de encima. No quiero volver a alquilar, todo esto ha sido un calvario», expresa.
«Eran muy violentos»
La propietaria desconoce cuántas personas han podido residir en el piso durante el último año y medio. «Era como un piso patera, el más fuerte se queda con él. Había muchas peleas...», añade la mujer. Algo que confirman los vecinos, que en numerosas ocasiones se han quejado de la situación pero no han llegado a denunciar por miedo. En este tiempo los okupas han destrozado la puerta del domicilio dejándola «inhabilitada, han roto los cristales del portal para poder entrar sin llave, se pelearon con machetazos un fin de semana y tuvo que intervenir la Policía...», relata Díez. «Han dado mucha guerra, no dejaban dormir. A las 2 de la mañana subía y bajaba gente siempre. Muchas molestias ha habido, y entre ellos eran muy violentos. No gritaban pero se oían muchos golpes», ha comentado a este diario un vecino del edificio.
Finalmente, Olga y sus vecinos ya pueden respirar tranquilos. «Ya era hora. Esto se ha solucionado gracias a vosotros –señala en relación a la prensa–, que habéis dado voz a esto y todo el mundo se ha interesado. A raíz de la noticia todas las instituciones se preocuparon, antes de eso sólo me decían 'búscate un abogado'». Un consejo que siguió para intentar poner fin a la situación. En este año y medio la okupación le ha acarreado un gasto de «cerca de 30.000 euros, sin contar lo que costará reparar los destrozos. Ha sido un suma y sigue. Gracias a la familia que me ha apoyado y ayudado en todo», ha expresado visiblemente emocionada.
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