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Cuando se cumplen nueve meses desde el comienzo del pitido constante emitido por la fábrica Gases Oxinorte en Barakaldo –se inició el pasado 25 de ... agosto–, que afecta a los vecinos del barrio de Lutxana y a residentes de las zonas de Rontegi y Cruces, el Ayuntamiento ha ratificado la sanción impuesta a la empresa, por una «infracción grave de la Ley del Ruido», por incumplir de manera reiterada la normativa vigente.
Este jueves, según ha podido saber EL CORREO, los responsables de la fábrica recibieron la notificación, tras presentar alegaciones. Esto ha retrasado unos meses el proceso, tras llevar a cabo una investigación varios técnicos municipales, con el apoyo de personal del Gobierno vasco. Después de los argumentos presentados por Oxinorte y el análisis posterior de los mismos, con nuevas mediciones, «con condiciones técnicas más amplias», se ha rebajado el castigo señalado inicialmente en noviembre de manera considerable, reduciéndolo a una tercera parte.
Y es que el pago de la multa económica, de 11.800 euros se ha quedado en 4.000. También se contemplaba una clausura en horario nocturno, de 23.00 a 07.00 horas, de la zona del licuefactor generadora del foco del ruido, por un periodo de tres meses, pero el cierre se producirá tan solo durante treinta días. Esta parte de la planta, donde se genera nitrógeno y oxígeno medicinal, ya fue parada de manera voluntaria por Oxinorte durante varias jornadas a principios de septiembre, pero pese a las reiteradas peticiones de los vecinos afectados, que apelaban a su derecho al descando, la fábrica decidió no interrumpir más la producción. Ahora volverá a hacerlo, pero de manera obligatoria.
Este problema se inició con la puesta en marcha de la actividad después de la habitual parada de mantenimiento en verano. Tras detectarse la incidencia, la compañía puso en marcha unas labores de aislamiento que no han conseguido eliminar las molestias. Los vecinos, que han llegado a registrar más de 70 decibelios en la zona, arrastrando algunos de ellos jaquecas, migrañas y ansiedad por la situación, se confiesan «indignados» por la rebaja de la sanción. «Es injusto, una tomadura de pelo. El Ayuntamiento no tiene autoridad», ha declarado Raquel Ares, portavoz de la asociación vecinal Villamor.
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