Abanto pide al Gobierno central la cesión de una cuadra-taller del pasado minero

Junto al Museo Minero de Abanto languidece uno de los pocos restos de la mina Peñusco-Mendiola, única cuadra-taller del siglo XIX que sigue en pie en el territorio, pero todo apunta que por poco tiempo debido a su estado ruinoso. Para reconstruirla y ponerla en valor llevan tiempo solicitando la cesión del terreno, propiedad del Gobierno central, a la empresa Sepides, que ha reclama a cambio 200.000 euros. «Es una cantidad desorbitada de dinero. No entendemos que la Administración estatal pretenda hacer negocio con un elemento que recuerda el pasado minero de Bizkaia y que está junto a un recurso cultural de primera magnitud», ha criticado Aitor Uriarte, presidente de la Asociación Cultural del Museo Minero.

«Ellos no tienen que destinar ningún recurso, nosotros ya tenemos un plan. Solo tienen que cederlo a la fundación, la entidad gestora del museo de la que participa también el Ayuntamiento», ha explicado, para poder así seguir los pasos de las galerías ya recuperadas. En la boca mina tienen previsto actuar en los próximos años. Esta cuadra-taller, cuya importancia ya destacó la Diputación en un informe, y cuyo expediente para ser protegida como bien cultural inició el año pasado el Consistorio, fue construida en torno a 1870, para ser utilizada como lugar de descanso de los caballos que arrastraban las vagonetas.

La mina cerró seis décadas después y según ha incidido Uriarte se trata de un elemento «imprescindible» para contar cómo era el funcionamiento de esta desaparecida explotación. «Su estado, pese a ser malo, con el tejado a punto de caerse, es perfectamente restaurable, y se puede integrar al museo al estar en una parcela colindante. Hemos acudido a todas las administraciones. Tenemos miedo de que termine derrumbándose todo, pierda valor y sea muy difícil su recuperación».

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