5.500 árboles devolverán el verde al monte de Muskiz dañado por el incendio de 2019

Lentamente, la herida que abrió el pavoroso incendio forestal sufrido hace dos años en el entorno de El Carrascal, en Muskiz, comienza a sanar. El Ayuntamiento, con ayuda de la Fundación Repsol, ultima la recuperación de 7,2 hectáreas de terrenos afectados por el fuego en el área de Las Pozas. Se plantarán 5.500 árboles que, en lugar de emplear el eucalipto que predominaba en este espacio del monte Mello, apostarán por especies autóctonas para dar mayor riqueza al entorno.

El incendio desatado en la tarde del 3 de marzo, en unos terrenos mayoritariamente de titularidad pública que albergaban sobre todo bosques de eucaliptos, llegó a calcinar más de un centenar de hectáreas de monte y dejó algunas imágenes terroríficas de unos cielos nocturnos teñidos de naranja por las llamas. Las columnas de fuego llegaron a amenazar a los núcleos de Pobeña, La Cadena y Carrascal. También los conductores que circulaban por la A-8 se sobrecogieron por la cercanía de las llamas. Para su extinción se movilizaron 20 vehículos, 40 bomberos y otros 85 efectivos entre guardas forestales y personal de Basalan.

El alcalde de Muskiz, Borja Liaño, explicó ayer que las principales actuaciones vendrán de la Diputación, la mayor titular de los terrenos afectados, y que esta ya contempla emplear también otras especies a parte del eucalipto. «Estamos a expensas de que haya dinero para que se lleven a cabo», detalló el regidor, que señaló que la intervención actual convertirá la zona en un espacio verde.

Entre tanto, la colaboración con la Fundación Repsol, en la que el Consistorio invertirá 18.000 euros para el acondicionamiento de los terrenos, que se suman a los 60.000 aportados por la empresa, ayudará a devolver la salud al área de Las Pozas y permitirá eliminar de la atmósfera hasta 970 toneladas de CO2.

Además, la puesta en marcha de los trabajos, iniciados hace varias semanas y que se vieron detenidos temporalmente por unos problemas con las lluvias, ha supuesto la contratación de ocho personas, dos de ellas pertenecientes a colectivos vulnerables, favoreciendo el empleo entre los vecinos del entorno.

La gerente de Seguridad, Medio Ambiente y Calidad de Petronor, Matilde García Echevarría, señaló ayer la importancia de la reforestación, «tanto desde el punto de vista del impacto ambiental, por su captación de C02, como por el restablecimiento del ecosistema dañado».

El pasado año una iniciativa de la asociación el Cerro de la Llosa, que también contó con diversos apoyos, ya comenzó a trabajar con grupos de escolares para plantar 650 retoños antes de que estallara la pandemia.