Barakaldo abre el camino a la demolición de las históricas cocheras de Burtzeña
El Ayuntamiento advierte de que se habían recibido «alertas» por el estado de las instalaciones e Irabazi pide que se aprovechen para revitalizar el barrio
SERGIO LLAMAS
Miércoles, 24 de mayo 2017, 00:03
Las antiguas cocheras de Burtzeña pasarán a ser pronto un recuerdo. La semana pasada la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Barakaldo concedió la licencia para derribar las instalaciones, con 8.200 metros cuadrados, que hasta comienzos de 2015 albergaron los autobuses de Transportes Colectivos. Se trata de un complejo con 128 años de historia desde su creación en 1889 para suministrar electricidad al tranvía entre Bilbao y Santurtzi. Ahora, la empresa responsable tiene dos meses para iniciar los trabajos de demolición y cuatro más para finalizarlos.
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Ayer, la coalición Irabazi planteó que se aproveche la ocasión para reflexionar sobre cuál debe ser el futuro de este enclave. El grupo pidió que se aborden las actuaciones previstas en el barrio en una comisión informativa, ya que «Barakaldo tiene una deuda histórica con Burtzeña». Así lo remarcó su edil Maider Urbaneta, quien recordó la falta de equipamientos de este núcleo, sus carencias de movilidad y la necesidad de una reforma urbanística. «Antes de edificar nuevas viviendas, va siendo hora de planificar un barrio más habitable», señaló.
Aunque las normas urbanísticas permiten la construcción de viviendas, en el equipo de gobierno remarcaron que hasta la fecha no se ha solicitado licencia para desarrollar allí ningún proyecto . «Se habían recibido alertas sobre el estado de las cocheras y se le reclamó a la empresa que arreglase algunos desperfectos. Ahora, han pedido licencia para derribar», explicaron.
Garajes protegidos
Con todo, la desaparición de las cocheras no será total. La licencia de de derribo otorgada por el Ayuntamiento a la empresa Eurocis Inmuebles 8 S.L. no contempla la demolición de dos garajes adosados que están incluidos en el Inventario Provisional de Patrimonio Industrial, al considerárseles un «magnífico ejemplo» de este tipo de arquitectura, tal y como recoge el acuerdo de gobierno. Irabazi incidió en la «oportunidad» que ofrece recuperar este inmueble para poner en valor la herencia industrial del municipio y planteó que sean los vecinos quienes decidan qué uso darle y con ello ayudar a revitalizar la zona.
Otros siete edificios, incluidas las oficinas, una nave industrial, el taller mecánico, la zona para reparar carrocerías o la de lavado de bajos, entre otros, sí serán demolidos. La licencia advierte, además, que, salvo el primero de ellos, el resto se encuentra sobre terrenos que forman parte del inventario de suelos que han soportado actividades potencialmente contaminantes.
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