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Llegar este verano a la playa getxotarra de Azkorri en Bizkaibus será prácticamente imposible. La Diputación ha eliminado las últimas seis paradas de la línea A3411, que comunica Bilbao con Getxo. Alega que no se garantiza la «seguridad» de las unidades para dar el giro en el final del trayecto. Lo dice después de que el Ayuntamiento haya comenzado a desmantelar casi la mitad de la polémica rotonda construida hace cinco años. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dio hace año y medio la razón a los vecinos, que pedían la eliminación de la isleta por estar en una «zona protegida» y contravenir la «normativa municipal».
Desde hace 21 días lo más cerca que se detiene del arenal es a «dos kilómetros», en el polideportivo de Andra Mari. La decisión ha desatado las quejas de los usuarios, pero también de los residentes del entorno rural, que no disponen de otro transporte público cercano- no hay metro ni tren-. Ayer, un grupo de vecinos acudió al pleno para manifestar su malestar. «En cinco días hemos recabado 270 firmas», dijeron. «Necesitamos que se ponga una lanzadera, es una situación sangrante, habéis tenido suficiente tiempo para dar una solución- se referían al fallo judicial-».
Criticaron que la alcaldesa, Amaia Agirre, hiciera referencia a que fue «un vecino o el barrio de Azkorri el que denunció» al Ayuntamiento, y provocó, por tanto, de una u otra forma el desenlace actual. «No pueden echar la culpa a los que allí vivimos y alentar el conflicto, desde el principio hubo una contestación popular, dijimos que era ilegal y se hizo igual», censuraron. «Otra opción es eliminar 17 plazas del aparcamiento para que pueda dar el giro el autobús», sugirieron.
Agirre contestó que están en «contacto» con la Diputación para buscar una solución, aunque «no es nada fácil». «No puede entrar ningún autobús», reveló. La situación en todo caso será «temporal», unos meses, hasta que entre en vigor el nuevo Plan General de Ordenación Urbana- la previsión del Ayuntamiento es aprobarlo de forma definitiva antes de verano-. El gobierno local ha dibujado en el futuro planeamiento la controvertida glorieta para que esté amparada por las normas municipales. La concejala de Urbanismo, Janire Ocio, en la comisión de Territorio afirmó que «se volverá a poner».
«Contravenir» la Ley del Suelo
Al Ayuntamiento de Getxo no le ha quedado otra -aunque lleva meses para cumplir la sentencia-, que eliminar los 136 metros de los 400 existentes, que fueron declarados «ilegales» por el el TSJPV por contravenir el «PGOU actual y la ley del Suelo». Desde el principio, el gobierno local, en manos de PNV y PSE, defendió que fue una medida adoptada para dar respuesta al Comité Permanente de Euskotren. Los conductores llevaban tiempo alertando sobre la «peligrosidad» que conllevaba la vuelta, en la confluencia de las estradas Goienetxe y Zientoetxe. Y precisamente que, al cumplirse el fallo se resta en «seguridad», es lo que alega Bizkaibus para suspender ahora el servicio.
Los vecinos acusan al ente foral y al Consistorio, de «penalizar» a los vecinos. «No podemos permitir que la mala gestión municipal castigue a todo un barrio», insisten desde la plataforma Azkorri Bizirik. Recuerdan que «el Ayuntamiento recibió la resolución hace año y medio y no ha dado alternativas, siete años lleva así». «Desde el principio propusimos alternativas, que se colocase en la parte superior, en el aparcamiento o suprimir la zona alta del estacionamiento para que se pudiera realizar la maniobra, pero el Ayuntamiento hizo oídos sordos», señalan.
En su opinión, el origen de los problemas está en la «concesión de una autorización arbitraria a un local hostelero». «Ha habido dejadez, no se da salida a la congestión y estacionamiento caótico», comentan. «El Ayuntamiento de Getxo crea un problema, lo gestiona mal, incumple la ley, gasta dinero en vano y ahora el resultado es que el barrio se queda sin un servicio de autobús vital», exigen.
El PP pide un microbús o una plataforma como en Elantxobe, mientras EH Bildu recuerda que «peor está en Zugazarte y el autobús se sube en la rotonda, da marcha atrás y de todo. Es un castigo».
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