Sopela quiere dar una cara más verde a su principal arteria comercial

Aunque ya se han realizado mejoras en las aceras y en el pavimento, el Ayuntamiento considera que aún hay trabajo por hacer. Las jardineras y las plantaciones anteriores no han sido suficientes para crear un ambiente verde, por lo que se busca con esta iniciativa hacer de la zona «un espacio más armónico y accesible», explican fuentes municipales.

En esta primera fase de la obra, que cuenta con un presupuesto de 48.296 euros y que se ejecutará a lo largo de este mes, el foco principal está en renovar el arbolado. Hoy en día se han retirado ya los árboles que estaban frente al frontón, ya que muchos de ellos se encontraban en malas condiciones y «no cumplían con los requisitos establecidos en el plan de arbolado municipal».

«En la reciente reurbanización se trató de integrar el arbolado existente. Sin embargo, el estado de deterioro de algunos era notable, con podas severas que presentaban cabezas de gato y en algunos casos con problemas de podredumbre. Además, la mayoría de los ejemplares tenían heridas longitudinales por asurado. Varios se habían visto afectados por las obras anteriores y habían muerto o brotaban con dificultades», detallan. En su lugar, se plantarán nuevos que estarán mejor adaptados a las necesidades de la zona, considerando que estaban ubicados frente a varias terrazas de establecimientos hosteleros que «dejaban pasos estrechos y obstaculizaban la circulación peatonal».

El proyecto también incluye mejoras en otros espacios cercanos. Entre la iglesia y la plaza Jauregizar, se plantará un pequeño bosque de abedules que, además de proporcionar sombra, ayudarán a reducir el calor en la zona y a eliminar el carbono del aire. Para hacer más acogedora la plaza, también se instalarán mesasde manera que se fomente el uso social de la zona.

El concejal de Urbanismo, Mikel Tapia, explica que el objetivo es transformar el centro de Sopela en un lugar más natural y atractivo, que invite a los vecinos y visitantes a disfrutar de él. «Queremos que sea más agradable para pasear y para convivir, con más árboles y un mobiliario urbano renovado», señala.

Este es solo el comienzo de un proyecto más ambicioso, ya que en una segunda fase, que se espera ejecutar en este ejercicio con una inversión de 104.300 euros, se renovará el mobiliario urbano de las calles Eleizalde y Doctor Landa. Estas vías carecen de estos elementos o se han ubicado de manera dispersa, además se caracterizan por la cantidad de terrazas de bares que hay. Por esto, se pretende unificar el diseño de las jardineras y bancos, que a su vez sirvan para organizar el espacio.