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Voluntarios de la asociación Kiribile trabajan en la conservación del medio natural. Kiribile

Revisan los inmuebles de Sopela para detectar nidos de tres aves en declive

La asociación Kiribile, promotora de firmar el acuerdo estratégico para el anillo verde, será la encargada de realizar un censo sobre estos alados

Martes, 2 de mayo 2023, 16:12

Kiribile, la asociación de Sopela que trabaja en la recuperación del medioambiente y la creación de un gran anillo verde que protegerá 325 hectáreas naturales por todo el municipio costero frente a futuros proyectos urbanísticos, ha puesto en marcha una iniciativa propia cuya finalidad es preservar el ecosistema y amparar tres especies de aves con un importante papel como insectívoros y que se encuentran en constante declive: los aviones comunes, las golondrinas y los vencejos.

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Los voluntarios que conforman la agrupación revisarán todos los edificios de la localidad para intentar conocer la ubicación de los nidos de estos alados que han llegado desde África para reproducirse en Uribe Kosta. «Pretendemos estimar la presencia de las aves y conocer su evolución en los próximos años. Este trabajo nos permitirá, asimismo, elaborar un censo que hoy es inexistente en la ciudad», reconocen desde Kiribile.

Aunque buzonearán a los inmuebles en los que comprueben la presencia de estos pájaros, piden colaboración ciudadana para que el censo sea lo más completo posible. Mediante la iniciativa, prevén concretar el número de aves que eligen Sopela antes de volver a partir al continente vecino. Asimismo, ofrecerán asesoramiento a todos los residentes que padezcan molestias por la presencia de estos ejemplares para tomar medidas de cara al próximo año y no alterar el flujo migratorio de los mismos.

Kirible nació el pasado año con el objetivo de firmar un acuerdo estratégico entre los diferentes grupos políticos que conforman el Ayuntamiento y asociaciones locales para establecer los lugares que se deberán proteger ante los desarrollos urbanísticos. Después de meses de trabajo, el pasado enero se materializó el compromiso entre todos los agentes implicados. El proyecto medioambiental, cuyo punto de partida es unir los espacios de interés del municipio y poner en valor el patrimonio cultural, natural e histórico de la ciudad, protegerá enclaves como Larrondo, Munarri, Landaluze o Urko. De hecho, el perímetro rodea el núcleo urbano desde el litoral hasta Santa Marina.

Además de marcar en qué lugares no se podrá construir -tendrán una «calificación urbanística de protección efectiva» en el nuevo PGOU que la Corporación está trabajando-, el documento resalta los antiguos molinos, los caminos públicos e incluso el patrimonio arqueológico que cuenta la localidad, así como el dolmen de Munarrikolanda o el yacimiento de Bareño.

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