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Se endurecen las medidas contra el botellón en el entorno de la discoteca Sonora, en Erandio. Este pasado fin de semana, entró en vigor la nueva prohibición de aparcar en la calle frente a la sala durante los viernes, sábados y vísperas de festivos entre ... las 22.00 y 9.00 horas. Esta medida, según fuentes municipales, busca disuadir la práctica de beber en la calle y en los vehículos, y prevenir la conducción bajo los efectos del alcohol, una problemática que ha generado creciente preocupación entre los vecinos del barrio de Astrabudua.
Se espera que esta nueva normativa contribuya a reducir la concentración de jóvenes en la zona, especialmente en las afueras de la estación de metro de Astrabudua, punto de encuentro habitual antes y después de acudir a la discoteca.
Esta acción se suma a una serie de medidas ya implementadas por el Ayuntamiento para mitigar las molestias causadas por el ocio nocturno en la zona. Por el momento, el exterior del espacio de fiesta está controlado los fines de semana por un dispositivo especial conjunto de la Ertzaintza y la Policía Local. Se han organizado amplios dispositivos en los que también participan agentes de Leioa. Se han acordado 5.000 horas de vigilancia a cargo de la Ertzaintza exclusivamente para paliar el llamado 'Efecto Sonora' durante los viernes y sábados. En el último operativo, se abrieron 35 expedientes por consumo de alcohol en la vía pública y en los 22 controles de alcoholemia y de drogas efectuados por los componentes de la Unidad de Tráfico, dos conductores fueron sancionados por dar positivo.
A pesar de estas acciones, la problemática persiste. Los vecinos han denunciado reiteradamente altercados, ruido hasta altas horas de la madrugada y un notable deterioro del entorno debido a la acumulación de suciedad tras los fines de semana.
Incluso, el propietario de la discoteca Diego Maestre reconoce las problemáticas de la actividad nocturna en las inmediaciones del polígono de Axpe, donde se ubica la sala. Ha pedido a través de sus redes sociales a los clientes «un poco de empatía con los vecinos» y defiende los esfuerzos de su equipo para minimizar las molestias dentro del local. Maestre subraya que el recinto cumple con la normativa y que ha tomado medidas adicionales, pero recalca que no puede responsabilizarse de lo que ocurre fuera del establecimiento.
La asociación de residentes del barrio erandiotarra lamenta la falta de participación ciudadana en la búsqueda de soluciones. Por ello, el Consistorio ha puesto en marcha un nuevo proceso para recoger alternativas y soluciones. «Se han programado varios encuentros con la ciudadanía, grupos de trabajo y expertos para elaborar un plan de actuación que responda a las necesidades del barrio y garantice el derecho al descanso de los vecinos», explican.
La primera cita se cumplió el pasado 19 de diciembre, donde algunos miembros de la agrupación asistieron al repaso de las actuaciones realizadas hasta la fecha. También se prevé un próximo encuentro, el 23 de enero, en el que se propondrán líneas de actuación.
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