El Museo de Plentzia descubre tesoros olvidados en su 25 aniversario

Hay asuntos del pasado con un futuro muy prometedor, como le sucede al museo de Plentzia, Plasentia de Butrón, que inmerso en la celebración de su 25 aniversario desentraña tesoros olvidados e historias de los marinos del pueblo y de otras localidades de Uribe Kosta. Con motivo de la conmemoración de las bodas de plata, ya se ha inaugurado en la primera planta la exposición temporal 'Tesoros olvidados', en un 2023 que apunta a superar esa barrera máxima de 5.200 visitantes registrada el año anterior. «El número de visitas ha aumentado este curso. La perspectiva es que vamos a batir el récord», según ha vaticinado Arantxa Renteria, presidenta de la pinacoteca.

La singladura de Plasentia de Butrón se empezó a gestar en 1994, según ha recordado la alcaldesa de Plentzia, Elixabete Uribarri. Personas vinculadas al mar empezaron a recopilar objetos e historias que han ido aportando para enriquecer el museo. Desde instrumentos náuticos a cuadernos de bitácora, monedas romanas encontradas, esculturas, obras de arte y hasta cartas personales fueron engrosando los fondos hasta que se decidió abrir la pinacoteca en 1998. Actualmente, hay más de 1.450 piezas. Toda la colección de objetos y vivencias donados se exhibirán bajo el lema 'Coleccionando historias'.

«La evolución del museo muestra que está más presente que nunca y que tiene proyección de futuro», ha incidido Uribarri. Si se cumplen los pronósticos se superarían los números anteriores en el aniversario de sus bodas de plata.

La directora ha explicado que «la muestra acoge narraciones sobre el ataque al buque mercante 'Sierra Aranzazu' y el naufragio del 'Principe de Asturias', denominado para esta ocasión el Titanic de Plentzia; una panoplia de Filipinas, hacia donde un gran número de marinos plentziarras se embarcaban en sus travesías comerciales, objetos arqueológicos hallados en Plentzia que permiten reflexionar sobre el origen romano del nombre de la villa (Placencia) o su papel en la ruta marítima romana; el cuadro 'Señorita de Turín' del pintor local Jenaro de Urrutia y Olaran».

Pero hay más, porque la muestra es también un homenaje al oficio más importante que hubo en Plentzia durante siglos: los astilleros. El último barco construido -'El Magdalena'- data de 1919. La construcción de barcos se efectuaba donde está en la actual plaza del Ayuntamiento. Esta actividad era «la forma de vida principal y fuente de riqueza de las y los plentziarras».

Incluso hay novedades pendientes en el programa, como un argollón encontrado en unas obras del paseo Zugaitzbidea que se restaura actualmente a modo de recordatorio a los muelles que había cercanos al astillero. La celebración del 25 aniversario incluye la publicación de 'Plasentia', una revista de carácter divulgativo con artículos sobre diferentes temáticas. Tendrá tirada semestral y el primer número se buzoneará en breve entre los vecinos de la localidad.

Y luego está el calendario de actividades, que ya ha arrancado. Incluye visitas guiadas en Semana Santa por el casco histórico y por la pinacoteca durante todo el día el 20 de mayo, que será el día principal de celebración del aniversario, coincidiendo con el Día Internacional de los Museos (el 18 de mayo).

El 31 de julio promoverán actividades infantiles especiales. Se enseñará a los niños a construir barquitos, a hacer nudos marineros y demás. En agosto, acogerá el quinto Congreso de Cultura Marítima del Cantábrico, para rematar octubre con un programa que durará todo el mes, con motivo de las Jornadas Europeas del Patrimonio que organiza la Diputación foral o con la celebración del 724 aniversario de la villa el 5 de octubre. En cualquier caso, durante todo este año organizarán visitas guiadas para grupos a la exposición 'Tesoros olvidados' y al archivo histórico municipal con reserva previa.

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