Getxo valla tres balsas de anfibios por el deterioro causado por los perros
La recuperación del brezal atlántico ya obligó a perimetrar la zona costera por los destrozos de ciclistas y caminantes
TXEMA IZAGIRRE
Jueves, 14 de abril 2022, 22:58
Naturalizar entornos urbanos resulta complicado. En Getxo han tenido que vallar el perímetro de tres balsas creadas para anfibios -«con el objetivo de acercar la naturaleza a nuestros vecinos y hacer compatible en nuestros parques su uso lúdico y la supervivencia de ecosistemas naturales»- a consecuencia de los daños ocasionados por los perros. Como explica el responsable de Calidad Ambiental municipal, la idea de partida era «dar cabida y cobijo a las comunidades faunísticas ligadas al medio acuático, cuyo hábitat, a nivel general, está bastante afectado». En La Galea también hubo que delimitar las zonas donde se trataba de recuperar el brezal atlántico costero a causa de los destrozos por la acción humana, principalmente ciclistas y caminantes.
El Ayuntamiento creó un par de charcas para anfibios en el Real Socorro de Aiboa y otra en el probadero de Andra Mari, junto a Malakate. «En un principio se dejaron abiertas, pero ha habido que vallarlas pues se estaban deteriorando mucho, principalmente por el acceso de perros». Eso impedía que cumplieran la función natural para la que estaban pensadas. Han tenido que cercarlas con estacas de madera y malla para mantener lo máximo posible su aspecto natural.
Estos estanques «forman parte de un proyecto más ambicioso, con el cual se pretende la naturalización de nuestro entorno urbano». El objetivo, dice Arregi, consiste en «crear comunidades de acuáticas de forma natural, fomentándolas y habilitándoles un hábitat y un punto de reproducción». En principio, esperan que lo colonicen las comunidades de invertebrados y los anfibios, posteriormente. Aunque a veces es algo que se produce a la par. Lo esperado es que amplíen su hábitat las especies de la zona. En este tipo de hábitat creado en estos parques piloto se sabe «de la presencia de diferentes anfibios y reptiles ligados al agua durante algún momento de su ciclo vital, principalmente de la etapa reproductora y de larva». Eso incluye a tritones, sapo común y partero, rana verde, culebra de collar…. Todos ellos están protegidos por el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas. Estas charcas también han de servir a insectos ligados al agua, como los odonatos, escarabajos acuáticos, zapateros (gerris lacustris) o gammarus, por mencionar algunos. Por extensión, servirán de abrevaderos para diferentes especies de aves y mamíferos durante el estío.
Hábitat para los insectos
«Alrededor de estas balsas se han plantado un gran número de plantas de diferentes especies autóctonas, ligadas a este medio, y todas ellas de semilla de procedencia autóctona». Asegura Arregi que dominan las especies arbustivas, con el objetivo de «crear un hábitat y una zona de protección para la fauna. Se han depositado, también, cúmulos de maderas de diferentes grosores y de piedras para refugio y como hábitat para los insectos». Incluso algunos de estos tocones han sido enterrados en el suelo para beneficiar a los invertebrados xilófagos.
A los niños también les involucran en estos proyectos para concienciarles. Por eso ya han colocado en estos parques «cajas-nido para páridos (pequeñas aves insectívoras) y para murciélagos» hechas por los txikis, que incluso las han personalizado dentro de jornadas del 'Getxo Natura, Conócela y Consérvala'. «Estas cajas anidaderas ayudarán a su reproducción y conservación, y permitirá su seguimiento», apunta el responsable de Calidad Ambiental.