Getxo lanza un plan para que las 1.500 viviendas unifamiliares reciclen sus residuos
El Ayuntamiento repartirá compostadoras y ofrecerá cursos a las familias interesadas para alcanzar el 50% de reciclaje que exige la Unión Europea
El reciclaje no es el punto fuerte de los getxotarras. A pesar de que la Unión Europea pedía el año pasado recuperar el 50% de los desechos que se tiran al contenedor para que no acaben en el vertedero, la realidad es otra bien distinta. El porcentaje de reciclaje ronda el 35% en el municipio. La mayoría de los residentes vierten al contenedor gris unos 250 kilos de basura al año que podrían tener en un alto porcentaje otro destino, como por ejemplo, convertirse en abono y alimento de huertas y terrenos.
Para que los números vayan acercándose a las exigencias europeas, el Ayuntamiento de la localidad, que cuenta en Larrañazubi con una planta propia para gestionar la materia orgánica, ha puesto en marcha un proyecto pionero dirigido a las 1.500 viviendas unifamiliares de la localidad. Busca convencer a sus propietarios de las ventajas de que realicen compostaje con los residuos de podas y siembras, y así, el abono resultante lo puedan revertir directamente en sus terrenos.
En otros municipios de la comarca y del resto de Bizkaia ya se lleva tiempo con programas de este tipo y los residentes cuentan con cubos aireados en los que poder guardar al aire libre los restos orgánicos que producen sus hogares. En Getxo, el Consistorio acaba de impartir un curso a las primeras cincuenta familias interesadas y les ha regalado una compostadora.
Según explicó el concejal del servicio de Medio Ambiente, Iñigo Urkitza, la propuesta ha sido recibida de forma «exitosa» por los residentes, por lo que en unos días, en el mes de febrero, se impartirá un segundo taller para veinticinco familias más. La idea es que los números de participantes se multipliquen antes de que termine el año. «Queremos llegar a todos los unifamiliares de Getxo y seguir con la dinámica marcada por el Ayuntamiento de reducir y reciclar», afirmó el responsable municipal. Alrededor de 4.000 personas utilizan actualmente el contenedor marrón.
El Aula Ambiental facilitará los equipos e impartirá la información para que los usuarios puedan elaborar la mezcla con capas secas y húmedas. La primera se crea con los restos de la comida, mientras que la segunda con las hojas, podas, etc y deben intercalarse.
Seis meses
Los técnicos se encargarán del seguimiento a las familias durante los próximos doce meses para conocer que el proyecto está yendo por buen camino. Entre seis y ocho meses después de sumarse a la iniciativa, los usuarios podrán utilizar el abono resultante en su jardín.
Mikel Bildosola, concejal de EH Bildu, valoró como «positiva» la idea, aunque solicitó que se dirijan los esfuerzos hacia «comunidades de propietarios» y que se pongan plantas de compostaje en distintas partes del municipio. «Hemos comenzado con esta idea de unifamiliares, pero valoraremos otras líneas de actuación para sensibilizar a los residentes», contestó Urkitza. «Sólo dirigís los esfuerzos al 4% de los getxotarras», criticó desde Elkarrekin Podemos, Xabier Benito.
