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Interior de la antigua ermita de San Nicolás. Ayto. de Getxo

Getxo abrirá la antigua ermita de San Nicolás para actos culturales y encuentros vecinales

El Ayuntamiento ha valorado las propuestas de los residentes del Puerto Viejo y ahora deberá decidir cómo será el edificio por dentro

Leire Pérez

Getxo

Miércoles, 20 de noviembre 2024, 19:28

El Ayuntamiento de Getxo ha presentado esta mañana un quinto borrador sobre las posibles actividades que podrá albergar en un futuro el edificio municipal de San Nicolás 23, en el Puerto Viejo. Una vez rehabilitado, el Consistorio busca darle un uso.

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La nueva propuesta elaborada por el área municipal de Gobierno Abierto y Modernización, suma las cuatro propuestas que resultaron del encuentro participativo que tuvo lugar el pasado junio con una veintena de residentes. «El objetivo es que sea un espacio para que se reúnan los vecinos, donde puedan socializar, relacionarse y participar en actividades que fortalezcan el barrio. Desde culturales de pequeño formato a exposiciones temporales, presentación de libros y charlas, así como talleres para todas las edades», ha señalado la concejala de Participación, Zaloa Campillo.

La propuesta sugerida por los residentes plantea que el edificio no tenga como fin fomentar el turismo. Contempla una sala principal que albergará conferencias y actividades culturales de pequeño formato y que estaría equipada con una pequeña grada, equipo de sonido, pantalla con proyector y sillas plegables. Por el otro lado, incluirá una zona de actividades equipada con mesas de trabajo para talleres.

Será el Gobierno municipal el que estudiará la viabilidad técnica y económica de las propuestas recogidas. Una vez concretado este extremo, se acometerá la última fase de las obras y el posterior acondicionamiento del edificio.

Iglesia, calabozo, perrera

El edificio goza de protección patrimonial, tiene una superficie útil de 125 metros cuadrados y aforo para un centenar de personas. La primera referencia del inmueble religioso data de 1634, cuando era lugar de culto y reunión para los marineros de Algorta. Con el traslado de la sede de la Cofradía de Mareantes y la construcción de la iglesia en el siglo XIX, la ermita fue reformada y se convirtió en Escuela Naútica, casa de maestros, calabozo, perrera y almacén. También sirvió como casa de mujeres, de ahí su denominación como 'Txokerak'.

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