El fiscal pide 9 años para el acusado de violar a una menor en Leioa y la familia tres más

Dos amigos de la víctima declaran que «había bebido mucho» aquella noche y que la vieron marcharse del recinto festivo en compañía de «dos chicos marroquíes»

Jueves, 4 de octubre 2018, 00:31

El juicio por la violación de una menor en la noche de Halloween de 2016 en Leioa quedó ayer visto para sentencia. En la segunda y última sesión declararon dos amigos de la víctima, una chica de 17 años y un chico de 18, que se encontraban con ella aquella noche en el recinto festivo y que, en un momento determinado, la vieron primero hablando y después «marcharse con dos chicos marroquíes», entre ellos el acusado. «Ella sabía que era un amigo de un amigo suyo al que quería ver y ellos la iban a llevar donde él», explicó la adolescente detrás de un biombo para no ser reconocida por el encausado. Al cabo de «media hora o una hora», la joven regresó «llorando» y se sentó en un banco. Cuando le preguntaron lo que le ocurría, les confesó «que la habían forzado» y que el autor era el chico que se sienta en el banquillo.

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También intervino en la sesión de ayer el ertzaina que analizó el vídeo colgado en YouTube días después en el que aparecía el propio acusado, según reconoció él mismo, aunque no su cara. «La chavala quería, no tenéis ni puta idea», decía un joven, cuyo ADN apareció después en las muestras seminales recogidas a la víctima en sus partes íntimas y que ha sido procesado también por la Fiscalía de Menores tras ser detenido en París, aunque será juzgado en otro proceso.

«Suficientes dudas»

Los especialista en Genética Forense detallaron que en la parte interior del calzoncillo del acusado se localizaron muestras celulares de la víctima y también de un segundo individuo, el antes mencionado, aunque no del acusado. El fiscal y el abogado de la acusación particular pidieron explicaciones y concluyeron que «pudo producirse una penetración sin eyaculación o que la cantidad fuera tan ínfima que haya quedado enmascarada por otra mayor». A preguntas de la defensa, descartaron que baste con dar la mano para dejar el perfil genético por transferencia. Para que apareciera el ADN de la víctima en su ropa interior, «ha tenido que ser un contacto no casual, no liviano, sino más cercano», advirtieron los peritos.

El Ministerio público pide para el acusado nueve años de prisión y doce más de alejamiento de la víctima, que en el momento de los hechos tenía 14 años, por un delito de abuso sexual con agravante de acceso carnal. «No hubo violencia ni forzamiento, pero siendo menor de 16 años, su consentimiento no es válido de ninguna manera», explicó el fiscal en su informe final.

«La versión de la víctima, que ha declarado cuatro veces, siempre ha sido la misma. Identificó al denunciado sin ningún género de duda», recordó. El acusado «se aprovechó de la edad de la menor y ni siquiera se puede aplicar el error de prohibición (alegar que no sabía que era menor) porque no ha reconocido ni que la conociera».

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Por su parte, la acusación particular, que representa a la familia de la menor, reclama la pena máxima que permite el Código Penal de 12 años de prisión al entender que «no hubo consentimiento ni la madurez necesaria» y se trata de «un delito repulsivo con regodeo posterior». El acusado estuvo desaparecido un año, «se fue a otro país», según él a Italia, aunque la víctima recibió whatsapps amenazantes presuntamente suyos desde Alemania.

La defensa solicita la libre absolución porque «hay suficientes dudas como para que alguien en esta sala pueda asegurar que mi cliente cometió los hechos». «Si hubiera habido agresión con penetración tendría que haber salido algún resto genético y no aparece el del denunciado, sino el de otro».

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En su turno de última palabra, el procesado pidió perdón al tribunal llorando. «Me arrepiento mucho de haberme ido de aquí. Por favor, confío en la justicia», concluyó.

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