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«Después de un año complicado esta es una forma de liberarse de todo desde las alturas»
El Puente Colgante ha retomado las sesiones de salto 'goming' tras ocho meses suspendidas por la pandemia. Se podrán disfrutar los sábados de 10.00 a 14.00 horas
Marina León
Sábado, 29 de mayo 2021, 14:35
«Tres, dos, uno... ¡salta!». Es el grito previo a una de las mayores descargas de adrenalina. Esta mañana se han retomado, tras ocho meses ... paralizados por la pandemia, los saltos 'goming' desde el Puente de Bizkaia. Durante los próximos meses, aquellos que no tengan miedo a las alturas podrán saltar al vacío desde la pasarela de la estructura férrea, declarada Patrimonio de la Humanidad, las mañanas de los sábados, de 10.00 a 14.00 horas (100 euros) a una altura de 45 metros.
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«Después de esto me voy a trabajar con todo el subidón de adrenalina», ha dicho Jon Ciriero, uno de los que forman parte del grupo que ha reabierto esta actividad. «Me da muchísimo miedo, pero creo que es algo superemblemático ser de Bilbao y saltar desde el Puente Colgante. Anoche reflexionaba sobre que después de un año complicado, esta es una forma de liberarse un poco de todo desde las alturas», ha añadido Asier Uriarte, todavía en tierra firme, en Getxo. «Reconozco que hace años me hubiese tirado sin pensar, pero ahora hay que echarle más valor. Me lo tomo como un reto personal», ha señalado. «Yo le sigo a él, pero estoy acojonado», ha reconocido su sobrino, Eduardo García. Al grupo se ha sumado Jorge Pons, que ya se ha tirado otras veces, hace 12 o 13 años, una de ellas en Tailandia. «Siempre me ha gustado y reconozco que la otra vez me costó saltar», ha apuntado. «Ahora que se van relajando las medidas estamos intentando hacer cosas que se salgan de la rutina. Somos una cuadrilla muy activa».
Una vez en la pasarela le toca al equipo de Ojo Guareña Aventura explicar en qué consiste la actividad y dar el pistoletazo de salida. «De aquí a final de verano esperamos poder hacerlo todos los sábados», ha comentado el gerente de la compañía, Txus Riezu. «Saltan 12 personas al día y tenemos todo junio completo con lista de espera. La gente tenía muchas ganas de volver», asegura. «O de saltar desde un puente», bromea.
El primer grupo ha subido a la plataforma después de pasar los controles de peso para preparar el material y recibir algunas indicaciones. Van sujetos por tres arneses, dos individuales de tobillo y uno integral en el cuerpo. Lo siguiente es pasar por encima de la barandilla «mirando hacia Bilbao y saltar. A la voz de tres, dos, uno ya no hay vuelta atrás. Hay que dar un gran salto hacia delante y a gozar», agrega el responsable. «Después la zodiac os recoge y os acerca a la orilla. Si tenéis algún demonio dentro ahora es el momento de gritar y dejar salir todo».
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Minutos antes de lanzarse hubo tiempo para algunos chistes. «¿Cuándo saltas el virus va para arriba o para abajo?». Koji, de 23 años, es el más joven del grupo y el que se ha atrevido el primero. Ha ido a disfrutar de la experiencia con su padre, Enrique, que le prometió que irían juntos cuando acabase la carrera de Derecho. «Yo ya lo he hecho y quiero que lo pruebe él», ha comentado. «Es la leche», ha exclamado el joven nada más terminar. «Repetiría sin duda. Se te queda la adrenalina en el cuerpo y quieres saltar otra vez».
Hubo quienes no se mostraron tan decididos. «¿Quién me mandaría a mi venir?», ha preguntado Asier Uriarte mientras le colocaban el equipamiento. «Pero que es muy divertido y luego lo puedes contar cada vez que te tomes una cerveza», le han contestado sus amigos. La reacción al volver ha sido la que todos esperaban. «Me ha encantado y lo he disfrutado un montón. Es una pasada cuando ves el agua cada vez más cerca. Ha sido una liberación». «Tiene buena pinta», han dicho Endika Miranda y Rober Irune, que quisieron disfrutar del 'goming' en diciembre, pero uno de ellos dio positivo en Covid la noche anterior y tuvieron que posponer la aventura. «Hemos tenido una semana muy dura y creo que no hay mejor forma de acabarla», ha dicho uno de los jóvenes, que también ha practicado paracaidismo y «he remado muchas veces por debajo de este puente. Ahora voy a ver la ría desde otra perspectiva».
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