Desayunos para los niños discapacitados saharauis enviados desde Getxo

La entidad benéfica vizcaína garantiza con estos alimentos la primera comida del día para estos niños, sus familias y los propios educadores. Pero el logro es mayor a nivel emocional. «El desayuno les anima a los niños discapacitados a ir a los centros, donde también comen y se bañan. Eso hace que les resulte más atractivo», comenta el responsable de la agrupación, Julio San Román. Allí hay muchas carencias y la alimentación no es completa, en especial desde hace cerca de 10 años, cuando las ayudas internacionales cayeron por la crisis económica.

La iniciativa de Atfal es pura labor humanitaria. En el lugar del mundo donde desarrollan su trabajo escasean alimentos de primera necesidad como son las verduras y las frutas, pero tampoco tienen acceso a la mermelada y el cacao que les llega ahora desde Getxo. La asociación, creada en 1997, lo descubrió y se puso a ayudar. Y desde 1999 hace un especial hincapié con la educación especial. «Todo empezó con los niños sordos y poco a poco fuimos ampliando a niños con discapacidad intelectual», recuerda el responsable de la asociación.

Pero la cooperación con el Sahara no se queda ahí. Cada año se manda a cuatro cooperantes a los campos: un logopeda, un fisioterapeuta o educadores sociales son los perfiles escogidos. Son jóvenes que «se encargan de formar a la gente de los campamentos para saber cómo tratar a los niños y a las personas mayores».

Este proyecto de Atfal ha ido a más con los años. Han firmado un convenio con la UPV por el cual seis universitarios vascos van cada año al Sáhara. Su función es la de aportar conocimiento y comprobar que los niños están bien atendios a nivel educativo y los centros funcionan de forma correcta. «Supervisan y trabajan en conjunto, en formación y en educación», resalta San Román. Esta labor de cooperación con universitarios tiene dos años de vigencia.

El caso es que el contenedor con las galletas, el cacao y la mermelada saldrá de Euskadi hacia el mes de junio rumbo a Argelia para garantizar que esos niños discapacitados y sus familias desayunen. «Creo que la labor que hacemos es importante, pero también lo es concienciar a la población getxotarra de las necesidades de estas personas que viven en los campos de refugiados», matiza el responsable del colectivo.

San Román sabe que hay más proyectos en marcha gracias a Aftal y el Ayuntamiento getxotarra, como el de 'Vacaciones en paz', que garantiza la acogida de niños saharauis por familias de Getxo durante el verano. En este caso se les garantiza una alimentación equilibrada y saludable, además de revisiones médicas. Entre sus líneas de trabajo sobresale también la del apoyo a la mujer saharaui en su formación integral y la cooperación contras asociaciones y agrupaciones.