Una fuga de gasoil tiñe el puerto de Plentzia de blanco

Pese a los esfuerzos y aún echando tierra en las zonas afectadas, como la vía pública o el propio edificio, no pudieron impedir que el vertido desembocase sobre el mar, lo que ha generado una amplia mancha que no para de crecer y que poco a poco se expande por la costa. Es más, a primera hora de la mañana todavía podía verse carburante en el alcantarillado de la carretera y junto a las aceras de la residencia, situada a apenas unos metros del muelle.

Si bien la Agencia Vasca del Agua alude que «no fueron avisados de lo ocurrido» al instante, Puertos asegura que la situación está controlada y que «se ha procedido a recoger el gasóleo». Y es que varios operarios se han personado desde primera hora hasta la zona para retirar el combustible que flota en la superficie mediante absorbentes. También han echado dispersante y se encuentran batiendo el vertido.

La impresionante imagen y el fuerte olor con el que ha amanecido la villa ha sido lo que ha provocado que salten las alarmas. De hecho, son numerosos los residentes que han optado por ponerse mascarillas o taparse el rostro con prendas para ver lo que ocurría. «No es la primera vez que vemos algo así. Hace ocho años más o menos pasó lo mismo. Debe haber algún escape en la vivienda que todavía no han solucionado», alude More Macías, un habitante de la zona.

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Temen que el carburante llegue hasta mar abierto, sobre todo con la subida de la marea. Desde el Ayuntamiento puntualizan que tanto la Policía Local, como la Ertzaintza se encuentran trabajando de manera coordinada con la Agencia Vasca del Agua para intentar que el desastre no vaya a más, añadiendo que se pondrán a disposición de las autoridades los servicios municipales «que sean necesarios». URA, por el contrario, ha confirmado a EL CORREO que «la mancha está retenida en una esquina del puerto» y que, por el momento, «no se observa afección en la ría».

Sin embargo, son numerosos los vídeos que ya circulan por las redes sociales en los que se aprecia cómo el gasoil corre por una amplia parte del litoral. Varios de los vecinos del área aseguran que «se tendría que haber controlado con anterioridad, puesto que desde el primer momento ya se sabía que no era un barco debido a la cantidad de litros que están saliendo». Según relatan, el olor comenzó la noche del domingo. «Tengo la casa cerrada a cal y canto. Todas las ventanas. La tengo enfrente de los barcos y huele que apesta», añade Macías. Asimismo, la preocupación en la villa aumenta al ver cómo el líquido tóxico se mueve sin cesar. «¡Deberían cerrar el puerto!», exclamaba un curioso al observar cómo el vertido se desplazaba hacia alta mar. «Lo peor va a ser cuando suba la marea, que va a contaminar todo», añadía.