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«Hartazgo». Es la palabra que define lo que sienten los clubes de fútbol que entrenan en las instalaciones deportivas de Getxo por los últimos robos en los vestuarios de los campos de Bolue. «Sólo falta que Getxo Kirolak cobre y nosotros a vigilar. Son equipamientos públicos, lo tienen que resolver ellos», recriminan las sociedades deportivas, después de que el pasado viernes desconocidos se llevasen «una decena de teléfonos móviles, Airpods» y otras pertenencias de fácil venta. La Ertzaintza y la Policía Local investigan esta última sustracción. Durante los últimos meses al menos ha habido otras dos denuncias por hurtos similares. Y siempre, el organismo deportivo ha echado balones fuera. Ha invitado a los clubes a extremar la precaución respecto a la seguridad y al cierre de las puertas, a través de candados.
Para la Sociedad Deportiva Neguri, «lo que tiene que hacer Getxo Kirolak es tener las puertas de los vestuarios en condiciones, no con un candadito de nada, que además lo tiene que poner el propio club». «Le pegas una patada y lo abre cualquiera», apuntan. «Es lo de siempre, la culpa no puede ser para el que está en el campo. Estas jugando a una hora y luego llega otro, las puertas están abiertas y no podemos controlar quién es el que accede y sale mientras tanto». Por eso, sugieren que se coloquen «cerraduras».
«Es un desastre, si eres el entrenador estás entrenando, no puedes estar controlando. Por norma general sólo vamos junto a los chavales el cuerpo técnico y luego hay veces que la gente lleva candado, otras se olvida. Tendría que haber cerraduras y un sitio en el que pudiéramos dejar las llaves», proponen.
«Siempre nos han dicho que pongamos candados, que cerremos nosotros, pero es cierto que a veces la gente se relaja por la confianza hacia otros clubes, es un pueblo, estando así pueden ir los jugadores, si lo necesitan, pero tiene su peligro. Cuando nos relajamos sucede esto de vez en cuando», recuerdan desde el Galea.
Llueve sobre mojado. «Ya en Bolue 3 se pidió hace tiempo a Getxo Kirolak que reforzase los cierres. Con la reforma se podía haber mejorado, si hubiera un vigilante que diese una vuelta se notaría, eso está claro, nosotros les recomendamos que no lleven los teléfonos o sino que los dejen en jaulas que tenemos», comentan desde el club que solicitan unas «taquillas con llave en las que poder depositar las cosas de valor. Sería la solución más factible».
En el Iturgitxi piden que «pongan gente». «Es una pelea de hace mucho tiempo. En todos los campos que jugamos hay un vigilante, trabajadores municipales y aquí no hay nadie. Está abierto y no hay ningún responsable para evitar que sucedan estas cosas, nosotros cuando viene el equipo contrario le dejamos un candado para que no haya disgustos», añaden. «Ni en Gobela, ni en Fadura han llegado a poner cerraduras. Nunca nos han contestado a nuestras sugerencias», lamentan.
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