Avistan una gran carabela portuguesa en la playa de Gorliz
Las carabelas portuguesas siguen picando en Bizkaia: activan el procolo por la presencia de medusas y una persona en Gorliz y otra en Astondo fueron atendidas ayer
Las temidas carabelas portuguesas continúan campando a sus anchas por la costa vizcaína. Y parece que es Uribe Kosta donde encuentran más acomodo. Si el lunes una persona recibía un picotazo en Arriatera (Sopela), este martes una en Astondo y otra en Gorliz recibían un picotazo de estas medusas. Según explican desde la Diputación, ninguno de los dos casos ha presentado complicaciones y han sido atendidos por los puestos de socorro.
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El primer avistamiento de estos ejemplares se dio por la mañana en Arriatera. Sin que se acercara a ningún bañista, activaron el protocolo por la presencia de medusas. Este consiste en avisar a los bañistas por megafonía y colocar la bandera que alerta de su aparición (blanca con el dibujo de este animal). En Astondo y Gorliz, en cambio, prohibieron el baño. Y es en este último arenal donde han grabado un impresionante ejemplar desde el interior del mar, alejado de la costa.
El protocolo del servicio de emergencias de la Diputación también indica que, en el caso de avistar un ejemplar, se iza la bandera amarilla. En cambio, en el caso de que haya una picadura constatada o más de cinco carabelas, se prohibirá el baño. De todos modos, las banderas rojas derivadas del temporal que se viven estos días en las playas están eximiendo a muchos vascos del contacto con el animal.
Guía práctica: ¿cómo debo actuar si me pica una 'carabela portuguesa'?
Jon Munarriz | Maider Calvo
Aunque las medusas que alguna vez se han acercado a los arenales vascos suelen dejar pequeñas marcas, otras, como la aguaviva, presentan un mayor riesgo para la salud. Por eso, es conveniente saber qué tipo de medusa es.
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Borja Goikoetxea, voluntario de Socorros de Cruz Roja en Gipuzkoa, da unas clavez para saber cómo actuar. «Es crucial mantener la calma y seguir unos pasos», asegura. «Nada más sentir la picadura es importante alejarse del lugar y salir del agua», indica Goikoetxea. La reacción más óptima sería acercarse a un puesto de socorro para que sean los profesionales quienes valoren la herida.
«Hay que retirar los tentáculos que hayan podido quedar incrustados o pegados a la piel. Hacerlo con pinzas y guantes es la opción más higiénica, pero lo más probable es que no se tenga ese material a mano, así que también se puede utilizar alguna prenda de vestir como una camiseta o toalla limpia». Es importante no hacerlo con las manos para no extender la picadura.
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Al igual que con otras picaduras de medusa menos dañinas o quemaduras, es conveniente limpiar la zona de la herida. «El uso de agua dulce, vinagre u otras sustancias puede provocar la liberación de más toxinas de los tentáculos adheridos a la piel», explica el socorrista. Uno de los bulos populares que sale a la luz en estas ocasiones sugiere hacer pis en la zona afectada, pero no es más que eso: un bulo. «Los remedios de la abuela los dejamos para la abuela. Limpiarse con agua marina es la mejor opción para evitar infecciones», sentencia. Dada la peligrosidad de 'las carabelas portuguesas' también se puede tomar analgésicos. Además, si los ojos están afectados, hay que lavar con abundante cantidad de suero fisiológico durante al menos quince minutos y acudir a un centro sanitario.
Al tratarse de una picadura es normal sentir quemazón y escozor, pero hay que «evitar rascarse o frotarla, ya que puede generar pequeñas heridas y hacer que la bacteria penetre al riego sanguíneo». Para calmar el ardor se recomienda «aplicar frío», aunque en caso de utilizar hielo, «no hay que colocarlo de manera directa».
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No todas las picaduras de las medusas son iguales. Aún así, «lo mejor es tapar la herida con un apósito. Los rayos solares son perjudiciales para las heridas», apunta Goikoetxea. Si la picadura no es muy grande puede no cubrirse pero «queda más expuesta» y es más «susceptible a infecciones».
El último paso es quizás el más sencillo, pero también uno de los más importantes. «Hay que lavarse las manos. Existe la posibilidad de que, al manipular la herida, alguna de las células urticantes de la medusa se haya adherido a las manos, por lo que se puede extender involuntariamente a otra parte del cuerpo».
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Al tratarse de esta especie tan peligrosa hay que saber que si los síntomas empeoran, se recomienda regresar al centro sanitario para que los facultativos valoren si es necesario utilizar cremas con corticoides, vendar la zona o tomar antihistamínicos.
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