Las asociaciones de Erandio y Desierto, en Barakaldo, salen en defensa de su gasolino

A los vecinos de Erandio y de Desertu Berria, en el barrio baracaldés de Desierto, les une el pasado industrial y, sobre todo, un pequeño bote que desde hace décadas acerca ambas orillas con sus interminables viajes sobre la ría. Ahora las asociaciones de ambos núcleos han unido fuerzas para poner en valor su gasolino y ayudarle a superar la crisis generada por la pandemia.

Por el momento ya han conseguido sumar en su lucha al Ayuntamiento de Barakaldo, que ha contratado a la embarcación para realizar salidas escolares con las que dar a conocer a los más jóvenes el pasado industrial. Así, los miércoles de noviembre a junio la mítica embarcación les llevará a conocer los cargaderos de mineral desde la ría.

No es la única iniciativa del Consistorio. También ha incluido la información sobre el gasolino en su página web municipal y dotará de cartelería a la zona para dar a conocer a vecinos y visitantes el servicio, que entre semana funciona de 5.30 a 21.25 horas.

«Por lo menos con estos viajes y unos trabajos que estoy realizando para los astilleros de Murueta, pasando a unos trabajadores al dique del barco para que hagan unas reparaciones, podremos mantenernos hasta el año que viene. Aunque sea dejándonos la vida», remarca el responsable del servicio, Óscar Suárez.

La supervivencia del gasolino no solo es importante para él. Para los vecinos del barrio baracaldés el bote es parte de su historia. Tanto es así, que la mascota de sus fiestas, con forma de embarcación, lleva por nombre 'Tino el Gasolino'. «Es algo muy propio del barrio y siempre contamos con Óscar para hacer algún acto en esas fechas», advierte el portavoz de la asociación vecinal de Desertu Berria, Marcos Fernández.

Para los vecinos del barrio, el problema es que muchos baracaldeses incluso desconocen su gasolino. «En nuestro caso es la opción más rápida de transporte, incluso si quieres coger el metro, pero el problema es que Barakaldo ha vivido muchos años alejado de la ría», razona Fernández.

Ahora que el coronavirus ha puesto en valor el entorno como zona de paseo, y con el proyecto en marcha para levantar un gran parque de ocio de 90.000 metros cuadrados en el entorno, no solo los baracaldeses miran hacia esta zona de esparcimiento. También los vecinos de Erandio pueden disfrutar de ella por el euro con diez céntimos que cuesta el pasaje. «Las dos márgenes han tenido siempre mucha relación gracias al gasolino, que en su día llegó a transportar hasta 18.000 vecinos diarios con tres botes funcionando a la vez», recuerda Kike Prada, de Erandioko Auzkoideok.

Aunque las obras de urbanización realizadas en la margen baracaldesa han mejorado su marquesina, Erandio carece de ella y en ambas orillas se hace necesaria una intervención de la Autoridad Portuaria que ponga en seguridad las escaleras. «Hace falta que draguen la zona. Hace poco han estado midiendo el fondo con una sonda», explica el botero.