Amarristas reclaman un nuevo sorteo de pantales en Plentzia

«Si no puedo disponer de un barco en Plentzia, prefiero no tenerlo». El sueño de muchos antiguos amarristas de la villa marinera, que no consiguieron una plaza en el pantalán en mayo de 2021, se desvanece al asumir que tendrán que vender los navíos si no consiguen que EKP -Euskadiko Kirol Portuak-, sociedad pública del Gobierno vasco encargada en la gestión de los muelles, realice un nuevo sorteo -el primero se realizó en mayo de 2021- para la adjudicación de las 204 plazas. Aluden que «centenares de titulares dieron mediciones incorrectas e incluso incluyeron elementos adicionales en las embarcaciones para entrar en ciertas categorías» y de ahí que insistan en que se realice un nuevo proceso. Por su lado, EKP realizó en julio del 2021 una nueva medición para cotejar las medidas proporcionadas por los dueños con las realizadas por el propio organismo, cuyos resultados fueron publicados en su web, matizando qué matrículas seguían a la espera de una resolución formal.

«Consideramos que lo más óptimo sería que las medidas las hubiesen hecho ante notario, ya que parece ser que los que dimos los tamaños reales hemos salido perjudicados», comentan disgustados. Andoni, un vecino de la localidad que posee barco desde 1990, ya ha tomado la decisión. Aunque prefiere no dar su apellido por miedo a represalias, puntualiza que «no es viable tener la embarcación en la ría a una cierta edad». El problema reside en que las concesiones se han otorgado por un plazo de 15 años. «Estoy jubilado y de aquí a un tiempo no me veo bajando las escaleras de la ría para entrar en él. Estoy a la espera de que me lo compren y lo que haré será ir con amigos o pedir favores para no dejar de salir al mar», asegura apenado.

Al igual que otros muchos compañeros que forman parte de la plataforma SOS Itsasadarra, Andoni se siente engañado. «¡Parece que se están riendo de nosotros! Vas por el puerto y te encuentras barcos con la cola levantada, la llanta suplementada… Lo que había que inscribir era lo que ocupa en el agua, no más», subraya.

Son conscientes de que «no hay amarres para todos», a pesar de haberse ampliado con 39 plazas más, pero exigen que «se busquen alternativas para que todos podamos disfrutar del pueblo». Koldo, otro de los titulares que no ha conseguido una plaza, piensa que una de las opciones más favorables estaría en «reordenar la ría», ya que «es uno de los pocos bienes con los que cuenta este Ayuntamiento». «Hay muchísima gente que tiene ahí embarcaciones, hechas un desastre y sin matricular, que las mantieneporque es gratis», subraya.

Considera que la inclusión de un botero, con vigilancia, solucionaría muchos problemas. «Ahora está sobreexplotada, con navíos por todos los extremos. Si hiciesen un diseño apropiado, para que los barcos estuvieran en fila, los que no tenemos plaza en el pantalán podríamos llegar a ellos sin complicación y los que quieren disfrutar de la ría, como los del paddle surf o los kayaks, podrían practicar sin miedo a chocarse», insiste.

Piden, asimismo, que se «reserve un porcentaje de los amarres para los vecinos de Plentzia». «Creo que nos merecemos un poco de respeto después de tantos años. No entiendo qué hacen aquí titulares de Hondarribia».

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