Adiós a los tropiezos y las caídas en el paseo de Plentzia

El paseo de la ría de Plentzia no solo pasará de llamarse 'Zugaitz Bidea' a 'Emakumeen Ibilbidea', sino que también lucirá una nueva imagen. Se trata de uno de los puntos más emblemáticos de la villa por el que caminan cada día decenas de vecinos, tanto de la localidad, como de pueblos cercanos. Sin embargo, su mala imagen -cuenta con desperfectos destacables como losas levantadas, socavones o destrozos- hace que muchos transeúntes esquiven ciertos rincones. Y es precisamente por ese motivo por el que proyectan reformarlo.

La propuesta, que fue incluida en los Presupuestos Generales del Estado del 2022 gracias a una proposición del grupo parlamentario EH Bildu, será una realidad en un futuro cercano. El proyecto se encuentra en manos del ministerio de Transición Ecológica, concretamente, sobre la mesa de la Dirección de Costas y la licitación para la redacción del mismo -se reservaron 200.000 euros- ya se ha formalizado por un valor estimado que supera los 61.000 euros (sin impuestos). Una vez se presente, el siguiente paso será adjudicar los trabajos para renovar el tramo comprendido entre el puente que conecta el pueblo con la estación y el puerto. «¡A ver si es verdad, que ya viene siendo hora!», exclamaba Bego Azpeitia al enterarse de la noticia mientras daba un paseo por ese espacio.

Aitor Garagarza, quien se presenta como candidato a la alcaldía por EH Bildu en las próximas elecciones municipales, enfatizó que «gracias a esta iniciativa vamos a poder realizar unos acomodamientos parciales en el camino que esperamos que sirva de aliciente para arreglarlo íntegramente, ya que somos conocedores que este lugar tiene unos males endémicos que hay que solucionar». Y así lo sostienen los propios habitantes. Ion Azpiazu, vecino de la villa, confiesa que «es algo que se había solicitado en muchas ocasiones», puesto que «es evidente que necesita una reforma». «Además de mirar hacia adelante, siempre hay que ir mirando al suelo porque las 'baldosas' están muy deterioradas en muchos sitios», añade. Isidoro, un jubilado de la zona que prefiere que su apellido no sea publicado, cree que el problema está «en las filtraciones de agua que hacen que el suelo ceda» y añade que tiene constancia de que muchos «prefieren incluso pasear por la carretera paralela que por aquí por miedo a tropezarse». Azpeitia también critica que las personas con movilidad reducida tengan que hacer malabares para ir seguras. «Los que van en muletas prefieren evitar andar por aquí por miedo a que se quede enganchada y tengan un susto».

Y es que desde EH Bildu confirman que los desperfectos han llevado incluso a protagonizar caídas, algo de lo que también tiene constancia el equipo de gobierno jeltzale. «El problema no solo está en las baldosas que se han levantado por las raíces de los árboles, sino en todo lo que hay debajo, aunque la mayoría de quejas patrimoniales vienen derivadas de los golpes», alude el abertzale David Crestelo. El edil hace referencia a la red de saneamiento y a que la base del paseo es arena, un elemento que «está en constante movimiento por las corrientes de la ría». Por ello, alaban que el Gobierno central haya reservado otros tres millones de euros para la ejecución de las obras. «Creemos que tiene que ser un proyecto ambicioso, que no solo se quede en unos pocos arreglos. Lo que más se nota son los hundimientos», añade el concejal y ex alcalde en la localidad en la pasada legislatura.

Desde el Ayuntamiento, asimismo, apuntan que «todo lo que se haga para el beneficio de la ciudadanía es bueno». «No solo es favorable para nosotros como plentziarras, sino también para todos aquellos que nos visitan, aunque debemos matizar que 200.000 euros para un comienzo no son suficientes», concluye.

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