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Andra Mari, el entorno del cementerio, Neguri, el polígono de Errotatxu o la entrada a Algorta por Alango... Son algunas de las zonas en las que los vecinos de Getxo se quejan de que los jardines comienzan a estar «descuidados y abandonados». Los hierbajos se amontonan en la base de los árboles y en las aceras. Hay caminos por los que «tampoco es fácil transitar», critican. El área de Servicios del Ayuntamiento pide paciencia a los vecinos porque aseguran que «se va atendiendo por zonas». «Hay que entender que llueve y se superan los 20 grados, siendo la época del año en la que el césped crece más rápidamente», insisten. Aún así, advierten de que «hoy empezamos con la zona de Alango y terminaremos la siguiente pasada de siegas». La explicación de los trabajadores es parecida, reconocen un cúmulo de factores. «La primavera ya no es lo que era, el tiempo ha cambiado, y todo eso influye negativamente porque la plantilla es la misma y no se amplia el personal», lamentan.
El municipio costero puede presumir de zonas verdes: cuenta con 377.000 metros cuadrados de áreas públicas y 137 parques municipales. Y eso que por un lado es motivo de orgullo, por otro complica el trabajo de los cuarenta jardineros. «Tienen trabajo a punta pala, se ha dejado crecer mucho la hierba y desde que empiezan en un sitio hasta que llegan al otro tardan mucho. Hay demasiado jardín para los empleados que están. El Ayuntamiento lo que tiene que hacer es invertir y contratar más personal porque hay muchas zonas dejadas», se mostraban críticas ayer Anabel Pérez y Pilar Calleja. «No sabemos si también será que con el cambio climático suben las temperaturas, llueve, crece demasiado, se asilvestra todo...», destacan las vecinas. Y las repercusiones no tardan en hacerse notar: aumentan las «alergias» y los «bichos».
Algunos creen que lo ocurrido es consecuencia del «conflicto laboral» que se arrastra, el mismo que el año pasado dejó desatendidas las zonas verdes durante más de tres meses de huelga. Los empleados volvieron a su puesto de trabajo tras un acuerdo de subida salarial con la subcontrata. «Hace dos o tres años estaba todo perfecto, pero desde entonces algo se está haciendo mal. Todo está más abandonado, como si no acabáramos de recuperarnos. El entorno del cementerio está peor y ¡mira ese lado! Aquí siempre se ha dejado un paso, pero bastante más que lo que han hecho ahora», aseguró José Miguel mientras daba un paseo por La Galea. «No hace falta decir nada, salta a la vista. Hace tiempo que no cortan el césped, llevan años sin podar los árboles», señala Antonio Castro.
La semana pasada el Consistorio anunció que «solo» actuará en los ejemplares que estén a menos de 2 metros de las fachadas de las viviendas, que no invadan parcelas privadas y estén ubicados en vía pública. Propiciará que «aumenten las copas» para que contribuyan mejor a atajar el cambio climático y den más sombra a los getxotarras. El servicio municipal de jardinería está incorporando los «criterios de la Unión Europea y de Medio Ambiente», explican fuentes municipales. La institución local se marca como objetivo dotar de sombra al «10%» del suelo urbano.
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