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VIRGINIA URIETA
Martes, 30 de mayo 2017, 23:33
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Hay proyectos arriesgados, pero que acaban resultando tan exitosos que se convierten en el emblema de un pueblo. Hace tres años que la juventud de Berango, de manos de la Asociación Gizarteka privada aunque sin ánimo de lucro decidió crear un proyecto único a nivel estatal, un coworking residencial con el nombre de Stay&Job. La entidad convirtió un antiguo geriátrico en desuso en un lugar en el que algunos jóvenes pudieran vivir y trabajar y en el que ahora 16 personas de entre 18 y 35 años residen a cambio de un alquiler escueto, desarrollan sus proyectos y comparten e intercambian conocimientos, además de organizar una completa agenda cultural en la que pueden participar todos los vecinos.
La casa en la que viven, por la que cada uno paga una renta que no supera los 200 euros al mes y que antaño fue la escuela Izarra, fue una antigua residencia de ancianos privada hasta 2009. Después la entidad Gizarteka propuso alquilarla para llevar a cabo el proyecto, y fue acondicionada con una ayuda económica del Ayuntamiento de Berango. Darse una vuelta por sus 700 metros cuadrados es como adentrarse, cada vez más, en un universo de creación. Además de las habitaciones, esconde desde espacios en los que el grupo Zaratamba ensaya batukada, un jardín con huertos ecológicos, hasta salas comunes o clases en las que se imparten pintura o carpintería. También otras estancias en las que se ofrecen talleres o los inquilinos debaten sobre el propio proyecto y sus posibles mejoras, e incluso un estudio de sonido y grabación con vistas al monte y una piscina habilitada como un original escenario para conciertos.
Adecentan las paredes pizarras con turnos de limpieza en una pizarra y un panel con las iniciativas que se están llevando a cabo, como la de Silvia Carrascosa, Zugana, que trabaja en la atención psicosocial y el apoyo a personas dependientes y cuidadores para dar formación en ayuntamientos o asociaciones, sobre todo en apoyo emocional y estrategias. «En el domicilio trabajamos con personas con demencia mediante estimulación cognitiva para prevenir o mantener las capacidades que todavía mantienen. Y para que el cuidador de hoy no sea el futuro dependiente de mañana, porque la sobrecarga emocional es potente y están en riesgo de salud», explica. Maite Mentxaka, por su parte, es una de las dinamizadoras del proyecto pero también empezó con el suyo propio, enfocado a las prácticas artísticas, un taller que ha ido evolucionando y ofrece servicios de diseño. Ahora coordina y lleva a cabo la parte creativa de todas las acciones que se llevan a cabo.
«En Berango los jóvenes nos movemos y necesitamos cosas de este tipo, estamos muy contentos con la evolución que está teniendo porque cada vez más gente nos conoce, nos apoya y participa. Hay una red increíble con personas de Uribe Kosta y de otras zonas, que ha calado muy rápido y enriquece mucho».
Colectividad
Gracias a esta comunidad los participantes comparten un espacio cálido y cuidado, se ayudan mutuamente han creado una sala de estudio en la que los miembros están creando su propia metodología para sacar adelante unas oposiciones y fomentan el emprendimiento. «No se conoce otro proyecto así, que albergue estas posibilidades ni a tantas personas o iniciativas tan interesantes. Yo siento que lo que se trae aquí es diferente a todo lo demás, y lo más bonito es que entra dentro de un marco con mucho valor humano, de convivencia, de ofrecer posibilidades a otras personas Una filosofía con valores concretos de convivencia y colectividad, cuidando la formación», valoran sus participantes, que agradecen la colaboración e implicación del Ayuntamiento en esta iniciativa.
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