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VIRGINIA URIETA
Viernes, 5 de mayo 2017, 00:09
Ellos se definen, más que como un coro, como un «corro» de cantantes callejeros. El Kantagune de Plentzia celebra mañana cinco años amenizando las calles de la villa, en los que han mantenido viva la tradición de cantar en la vía pública y para conmemorar su aniversario su centenar de miembros han decidido lanzarse a hacer lo que mejor saben, cantar, en una fiesta de la que quieren hacer partícipes a todos los vecinos.
La celebración comenzará a las 19.00 horas con un acto en el que repasarán la memoria de actividades realizadas y al que se sumarán grupos con los que han participado a lo largo de su recorrido, algunos de los cuales han sido homenajeados en distintos actos por su contribución a la cultura, como Antton Valverde, Fermín Balentzia, Juan Antonio Urbeltz, Sabin Lopez de Gereñu, Mikel Inunziaga, Galder Segurola, Gabi De La Maza, Gontzal Mendibil, Toti Martínez de Lezea, Getari Etxegarai, Josu Zarate o Itxartu Antzerkia, entre otros.
Y han querido además ser pioneros «con una iniciativa inédita y gratificante: en el año 2014, tras un trabajo de seis meses, publicamos un cancionero con 234 canciones de Euskal Herria, 1.000 ejemplares mimados y cuidados que se agotaron rápidamente», explica Ion Azpiazu, miembro del colectivo.
Como el papel «no lo aguanta todo», dice, este año acaban de inventar una novedosa herramienta: la camiseta-cancionero interactiva, «primicia, porque no conocemos a nadie que lo haya hecho», y que presentarán en la cita. Se trata de una prenda con seis códigos QR, que dirigen a través del móvil a seis actuaciones diferentes del Kantagune.
Pautas
«Desde el principio nos marcamos unas pautas, aunque la más importante siempre ha sido disfrutar en torno a la canción y danza popular vasca, cantando en la calle. Y sin ninguna discriminación de entrada, cantes bien o cantes mal lo importante es que te guste y lo pases bien - con cantos pertenecientes a nuestra tradición cultural euskaldun e incorporando a nuestro repertorio todas las canciones mundiales que nos interesan, eso sí, investigando y adaptándolas al euskera», relata Azpiazu, rememorando la historia de un grupo que ha ido calando en la villa y ha conseguido ganarse la simpatía de los vecinos.
«Podemos decir que nuestro nivel de actividad es igual al de implicación y satisfacción, no es raro encontrarnos en cualquier parte compartiendo canto, danza, alegría y amistad», señala. Lo hacen con ensayos abiertos a todo el que quiera participar y kantujiras por el pueblo dos veces al mes. También participan en todos los eventos solidarios que se realizan en Uribe Kosta, Kantalagunak y homenajes a todos los artistas de la canción y folklore euskaldun, en la tradicional noche de Perseidas en la playa y hacen Gabon Kantak todas las navidades, además de amenizar todas las fiestas de Plentzia y organizar talleres de danza, representaciones teatrales «y un sin fín de actividades».
Por eso no les gusta tener «público», ellos pretenden implicar a todos los que les oyen cantar a participar con el grupo. «Nuestra ocupación y preocupación, además de la terapia que significa cantar en grupo, es la difusión y participación de todos».
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