Las mareas vivas transcurren sin incidentes en la zona de Zorrozaurre

Se espera que la marea pueda subir entre 4,8 y 5 metros entre el hoy y el viernes. Pero el fenómeno no ha pillado por sorpresa a vecinos y trabajadores de la isla, ya que tienen todo preparado para lo que pueda ocurrir. Michel Fernández, vecino de la Ribera de Deusto, estaba en un bar junto a la ría a primera hora de la tarde, y explica que de momento están tranquilos porque «no está lloviendo». «Yo vivo en un edificio de aquí al lado y no hemos tenido inundaciones. Sí que es verdad que antes había una zona en la que se acumulaba mucha agua y era muy complicado pasar con el coche. De todas formas, los sacos no son suficientes; lo que el agua se quiera llevar, se lo llevará», explica.

Una de las trabajadoras de la empresa TeknoDidaktika también comenta que nunca se les ha inundado el local, «pero por si acaso hemos elevado todo, porque nunca se sabe», cuenta.

Y en los bares de la zona, la estampa es parecida. César Alonso, dueño del local Don César, explica la situación de las mareas vivas con la tranquilidad propia de alguien que ha vivido el fenómeno durante mucho tiempo. Regenta el negocio desde hace 44 años y ha presenciado las inundaciones en más de una ocasión, pero lo tiene claro: «¿Qué vamos a preparar? Si entra agua, la sacaremos. Lo bueno es que esta vez estaban previstas para la tarde, no para la noche. Porque imagínate venir por la mañana y encontrarte el percal… Lo más importante es que no llueva», dice.

Los trabajadores de las empresas de la zona ya se han puesto manos a la obra para actuar en caso de inundaciones. Los empleados de Suanayes, por ejemplo, han colocado doble palé para proteger el material. «La otra vez entró el agua y se nos estropearon no sé cuántos sacos; tuvimos que retirar ese género, porque estaba perdido», asegura Koldo Rivera.

Mientras tanto en Erandio, donde también se teme que las mareas vivas provoquen de nuevo destrozos, los vecinos con el móvil en mano han hecho el seguimiento de los niveles de la ría. En esta ocasión el agua se ha quedado en el límite, según lo previsto. La Policía Local, personal de Protección Civil y la alcaldesa Aitziber Oliban Gutiérrez también se han acercado al muelle para vigilar el comportamiento de la pleamar.

Este martes, la ría no se ha desbordado, sin embargo el miedo y la incertidumbre se mantienen entre los residentes del pueblo. Portavoces de la Coordinadora de Afectados por las inundaciones del pasado marzo han advertido del riesgo que suponen las mareas vivas de este miércoles y jueves, cuando también se tiene previsto que el nivel del agua suba.

Desde la Dirección de Obra del puente peatonal se ha reforzado todo el frente de la carretera dejándolo sellado con sacos de tierra. Y desde el servicio de limpieza se está reforzando la limpieza de todas las alcantarillas, moviendo contenedores y distintas zonas que pudiesen verse afectadas, ha informado el Ayuntamiento. De igual manera se ha facilitado sacos tanto a los comerciantes como a las comunidades de vecinos que lo necesiten, colocándolos en las calles que podrían resultar afectadas, como Obieta, Jado y San Ignacio.