El mapa de la soledad. Consulta calle a calle cuánta gente vive sola en tu municipio

144.000 hogares vizcaínos tienen un único habitante. Son casi el doble que a comienzos de siglo y suponen ya uno de cada tres. Eso se produce en plena crisis de vivienda, pero también en el marco de lo que se ha venido a llamar la epidemia de la soledad, que según puntualizó la Diputación hace unos días, durante la presentación de una estrategia para combatir el aislamiento social, afecta a personas de muy diversos perfiles.

En este mapa interactivo EL CORREO muestra los datos del INE relativos al porcentaje de hogares unipersonales en cada sección censal de Bizkaia al desplazar el cursor sobre él. Se puede hacer zoom y ver la información hasta un detalle de manzanas en las zonas más pobladas. Además, al final del texto, un buscador permite consultar los datos por municipios.

«La tendencia al alza de los hogares unipersonales puede responder a diferentes factores explicativos», aclara María Silvestre, catedrática de Sociología en la Universidad de Deusto. El perfil más habitual es el de «personas mayores, mayoritariamente mujeres que han enviudado, debido, principalmente, al incremento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población».

Ese patrón se aprecia en localidades como Ea, en la que la población que vive sola tiene una correlación clara con las personas de mayor edad. Se trata de la localidad en la que más vecinos residen en hogares individuales, el 52%, y un municipio envejecido, con una edad media de 49,6 años -la de Bizkaia se sitúa en 46,1-, y con un porcentaje de residentes mayores de 65 años del 30% (a nivel provincial este grupo de población está en un 23,8%). La fotografía es idéntica en otros municipios costeros como Elantxobe, Ibarrangelu y Sukarrieta, que presentan las tasas más altas de viviendas unipersonales.

Aunque no tiene por qué ser así. Bakio y Lemoiz se encuentran también entre las localidades con más casas con un único ocupante, un 42% y un 37,9%. Sin embargo, tienen poblaciones jóvenes (la media de edad es de 44 y de 42,7 años, respectivamente) con en torno a un 18% de menores de edad, tres puntos más que en el conjunto de Bizkaia, y con tasas muy bajas de mayores de 65 (entre el 16 y el 18,7%).

En ese sentido, la también directora del Deustobarómetro sostiene que otro perfil que está ganando peso en las últimas décadas es el de «personas separadas o divorciadas, mayoritariamente hombres, que tienen que buscar una nueva vivienda después de la separación». Y, aunque «entre la gente más joven no es tan frecuente motivado por el elevado coste de la vivienda», defiende que «sí ha crecido el número de personas jóvenes que viven solas o que vivirían solas si pudieran».

Pero, como sucede con todo lo que tiene que ver con las relaciones humanas, las cosas no siempre son como parecen. La diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, explicó en la presentación de la iniciativa foral para impulsar planes piloto de lucha contra la soledad en cinco municipios que el aislamiento social involuntario «afecta más a personas jóvenes que mayores».

No es una afirmación que llegue de la nada. Procede de un exhaustivo estudio elaborado por las fundaciones de ONCE y AXA, que constataron que, en Euskadi, el 14,5% de la población se siente sola, porcentaje que se eleva a un 23,5% en caso de quienes tienen entre 18 y 34 años.

Y hay algo más que llama la atención. Pese a que el mayor número de hogares unipersonales están en las localidades pequeñas costeras, existe más aislamiento «en los municipios más grandes». Sin embargo, es en los que menos hogares unipersonales hay. Todas las localidades de más de 20.000 habitantes, salvo Bilbao (33,2%), Basauri (31,3%) y Sestao (30,2%), están por debajo de la media vizcaína en porcentaje de viviendas con un solo residente. «El coste de la vivienda es una variable a considerar; allí donde el acceso a la vivienda es más caro, es muy posible que se reduzca el número de hogares unipersonales», sostiene Silvestre.

Porque, para vivir solo, hace falta dinero. Y eso se ve muy claro al analizar más en detalle los distritos de Bilbao. Abando es la zona con más hogares unipersonales, un 35,2%. En el lado opuesto, con un 29,8%, está Otxarkoaga-Txurdinaga. La primera es la que tiene la renta media más alta de la capital, 28.498 euros netos por persona; la segunda, en la que sus habitantes disponen de menos ingresos, 14.430 euros.

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